MitsuyaTakashi

Para un día soleado, creado para el disfrute de todos, cierta jovencita rubia no podría sentirse más nerviosa. Luego de tanto coqueteo y broma, al fin Mitsuya le había pedido ser su novia, y aunque estaba llena de dudas, Emma había accedido, nuevamente ilusionada. El día al fin había llegado. Su primer cita formal cómo novios, y la cereza del pastel: Las hermanitas de su novio saldrían con ellos. El lugar de encuentro acordado fue en un parque que quedaba a la mitad de distancia para ambos. Sería la mejor opción, ya estando ahí, podrían decidir a dónde más ir con las niñas.

Emma sabía y entendía perfectamente la situación familiar por la que el pandillero pasaba. De hecho, admiraba mucho el gran esfuerzo que hacía, ayudando en la crianza de sus hermanitas, siendo casi casi un padre para ellas. Era justamente esa responsabilidad, una de las características que más le llamaban la atención.

Respiró profundamente, tratando de repasar su atuendo. ¿Seria el adecuado para conocer a las pequeñas? No estaba segura de si querrían jugar con ella, pero procuro ser practica: shorts, tenis y una playera blanca con un estampado adorable, acompañada de una pequeña mochila de color rosa en la que llevaba sus cosas. Revisó entonces la hora en su celular. Había llegado demasiado temprano, pero quería causarles una buena impresión a las niñas, no dejándolas esperar. Ya no debían demorar, situación que solo aumentaba más el nerviosismo en Emma.