Nunca pierdes una oportunidad.

Ya sabía que querías salir conmigo. —Respondió en un tono burlón cubriendo sus la sonrisa de sus labios con la palma de su mano mientras le veía con ojos felinos.—

Con que podamos salir por ahora basta. —Suspiró observando por su espalda esperando que se moviera.—

Eso es lógico, pero no será fácil en esta multitud. —Suspiró encogiéndose de hombros.—

No, no tiene nada de malo. —Suspiró para después tratar de volver a sí misma.— De todas formas tenemos que movernos.

No me estaba burlando de ti, ¿Qué tiene de malo decir que es divertido estar contigo? —Se encogió de hombros.—

—Gruñó quitando su mirada.— No vine aquí a ser objeto de tu diversión.

Tú lo eres.

No logro entender qué es lo divertido.

Eso es precisamente lo que lo hace divertido.