Y con ese deseo cumplido, Hanabi podría disfrutar una vez más del tacto tan dulce que tenían esos labios. Tal cual hubiera sido obra de un hechizo, no había forma de frenar esa pequeña y adictiva sensación que acaba de ganar, de haber sabido que así era su sabor, hace tanto hubiera pedido tales cosas. Sus brazos tienen un sutil pero mayor aferre, ese beso sería disfrutado, hasta la más pequeña sensación que le regalaba.

No tendría pereza al besarla una vez más, sin disimular que había sonreído al mirarle a los ojos. Hanabi era tan preciosa, y en ese momento la desconocía. Reclamando otro beso, tocandole en la cadera... Para Miruna, era un sueño hecho realidad.
Su beso perdura con calma, soltando el mentón para rodearla con los brazos en sus hombros. Todo buscando estar cerca, aprovechando cada segundo.

Un segundo encuentro, tan suave como antes, incluso con más duración. Es imposible que no pudiere disfrutarlo, sentir esa serena sensación, ese gentil calor que se apoderaba de su ser solo con un pequeño roce de esos labios.
¿Qué le pasaba? Sentía que, justo ahora, no quería que se detuviera, tanto que sus brazos rodean la cadera, sin ser brusca, todo es con simple y casi asficciante, para ella misma, tranquilidad.

━ Otra vez... Quizá, no lo he sentido aún...

Miruna apenas se apartó para oírle; se sonroja y no dice nada. No arruinaría la oportunidad de besarla una vez más.
Esta vez rozando sus labios suavemente, toma el mentón de Hanabi con su diestra y finalmente, deja un beso más duradero.
Le encantaba sentirla así, tan cerca en esa cálida unión de sus bocas que por fin había conseguido.

— ¿Ahora? A mi me gusta...

También se detuvo, fue instintivo tras el frenar de la castaña. Ahora le apreciaba, detallista era, el rostro atractivo que tenía era suficiente para llamar a sus nervios en cualquier momento, pero con las ansias de querer mirarlo de nuevo.

Inhaló, sabía lo que vendría y, cuando menos imaginó, ahí estuvo. Sorpresivamente suaves, y encantadoramente dulces, ¿así resultaban sus labios? Le gustaron, más de lo que imaginó.

━ ... Una vez más, creo que no sentí bien su sabor...

De pronto se detiene, tomaría esas palabras como una oportunidad fresca y oportuna. Con calma se coloca frente a ella, ya sonriendo al ver esa expresión en la platinada. Preciosa, incluso cuando se veía nerviosa; perfecta para la ocasión.

Cerró sus ojos y acortó la distancia entre sus rostros, besando por fin esos labios con calma. Fue tierna al hacerlo, un beso breve pero que de seguro recordaría.

— ¿Ya ves? No sabe mal...

Inhala. Un paso grande, un paso MUY grande había dado solo con esas palabras. ¿Cómo debía proceder? Tampoco es que sea experta en esas cosas.
Su propio nerviosismo hizo que riera con suavidad, ni ella sabe en qué se metió pero, para sí misma valía la pena.

━ Bueno, eh... Ejem, sí, cuando quieras.

De golpe el calor se manifiesta en su rostro. ¿Había oído bien? Miruna tampoco le miraba, debía hacer uso de su autocontrol para no abrumarle con besos ahí mismo, pero sentía las ganas y la felicidad porque si, Hanabi también quería.

— El beso agridulce... Claro, me gustaría. ♡

... No puede contra la sinceridad de Miruna, mucho menos cuando sí está preciosa y la trae mal. ¿
¿Y si lo intentaba? Es decir, tampoco perdería demasiado, ¿cierto? Aún no la miraba, sus nervios no bajaban.

━ Y si... ¿Lo intentaramos? ... El beso, digo.

Sus ojos brillaban por lo que oyó. Sí, eran imanes y definitivamente Miruna se sentía muy atraída por ella. (?) Acarició su brazo con sutileza, mirando ahora al frente porque sabía que su preciosa se estaba poniendo tensa.

— No es necesario, es verdad. Pero quiero besarte. ♡