-Japón no era el único lugar donde habían aparecido las llamadas "maldiciones" energías negativas y espíritus malignos los había en todo el mundo y aquel viejo continente, europa, no sería la excepción, más específicamente Inglaterra, que tenía per se la fama de ser un lugar plagado de fantasmas. Minami, que se dedicaba al exterminio de demonios, había acudido a aquel castillo, en busca de aquella "maldición" definición con la cual no estaba del todo identificada. Había oído rumores sobre que un hechicero se apersonaría en ese lugar, así que, en ese momento, ella pensaría sería una espectadora
Satoru Gojo, el prodigioso hechicero de Jujutsu High, se embarcó en una misión crucial en tierras británicas como parte de un convenio diplomático entre Japón y el Reino Unido para exorcizar una maldición ancestral. Al llegar al antiguo castillo abandonado, sus seis ojos, símbolo de su poder y linaje, le permitieron percibir una presencia femenina entre la bruma. Intrigado y curioso, se acercó con su típica jovialidad despreocupada.
La mujer, de aspecto enigmático y misterioso, parecía expectante ante la llegada de Gojo. El aura a su alrededor revelaba su conexión con la magia antigua. Sin titubear, el albino la invitó a acercarse, intrigado por el misterio que la rodeaba.
— No temas, tú no eres mi objetivo, tampoco noto en ti malas intenciones. ¿Te gustaría participar en un exorcismo? —
