-Observó a aquel pequeño animal y abrió sus ojos sorprendida, iba a preguntar que era y como funcionaba, pero simplemente su tiempo se agotaba, recibió la capa que tan amablemente el joven le dio, y no pudo más que sonreír ampliamente y de nuevo aplicar los consejos que le había dado.-

Te lo agradezco mucho, igualmente, espero que algún día nos lleguemos a encontrar de nuevo.


-Agitó su mano derecha de forma suave, de izquierda a derecha para despedirse de el y después de ello dio la media vuelta, desplegando así sus hermosas alas de cartílago para volar por el cielo, antes de que el sol se pusiera por completo.-

─ No debería tomar más de su tiempo señorita Minami... ─ retiró la capa de su uniforme y se acercó un poco hasta ella para cubrirla con la misma.
─ No sé si ayude... pero de esta forma el sol no llegara hasta usted... ─ luego de aquello dió un paso atrás y se dejó rodear por el aura de su compañero, el cual lo llevaría de vuelta a casa no sin antes despedirse de la dama ─ Cuídese mucho... espero volver a verla en alguna época... ─

─ Ya veo, entonces es eso... muy bien! Trataré de investigar un poco más acerca de los de su especie en esta época y si consigo algo de información relevante... volveré para darle los detalles ─ dijo antes de tomar la tarjeta.
─ Konnosuke...! Estás ahí?... ─ exclamó y de inmediato un pequeño zorro de apariencia interesante, saltó sobre el hombro derecho del varón.

─ Kane-san... ─ dijo el recién llegado.
─ Toma, guarda esto en mi archivo y prepárate para volver a la ciudadela... ─
─ Como ordene capitán! ─ la singular criatura da un toque a su cascabel para desplegar algo similar a un proyector, el cual digitaliza aquella tarjeta al contacto, almacenándola dentro de su base de datos.

(aunque dudaba que el los utilizara) venía inscrito ahí.-

Me temo que debo refugiarme pronto del venidero sol, está a punto de amanecer, las horas han transcurrido como agua al platicar a su lado, le agradezco me haya reconfortado en mi momento de mayor flaqueza, siempre le estaré agradecida.

-Sonrío de la manera más sincera pero a labios cerrados y realizó una elegante reverencia hacia el contrario.-

En esa tarjeta, está la dirección de mi estudio, puede visitarme cuando quiera y siempre y cuando el limitado tiempo en este era se lo permita, siempre tendrá una aliada con la cual contar.

Todos los seres somos diferentes, aún seamos de la misma raza, unos peleamos para proteger, otros pelean para crear catástrofe y tener un orden a través del caos, solitarios, seductores o muy sociales, en eso somos muy parecidos a los humanos... La maldad, la bondad, no la determina una especie, sino la forma en como te comportas.

-Narró mientras observaba su propio reloj, como si el tiempo importara, pero al menos para ella en parte lo hacía, ya que los días soleados, si bien no la mataban, la debilitaban y le hacían sentir una gran pesadez.-

¿Los vampiros, muertos? Lo dudo, realmente veo casi imposible que las personas de mi especie estén extintas, creo que simplemente ha sido una coincidencia que no me los haya topado, pero hace relativamente poco, a lado de un aliado, llegamos a combatir a los seres que le comenté y esos seres son transformados por vampiros pura sangre.

-Suspiró suavemente y acto seguido entregó una tarjeta de presentación, dirección teléfono [...]

─ Quizás parezca un poco triste, pero es un hecho que no podría explicar, la mayoría de ellos suelen ser solitarios... otros prefieren la vida de pareja y los hay también en enormes clanes, cada uno con ideologías totalmente distintas pero con ese peculiar orgullo que los distingue, a decir verdad aprendí mucho con Alucard, no solo de lo que son capaces de hacer sino también de como asesinarlos con efectividad... ─
Mientras cuenta todo aquello, a su mente vienen las memorias de cada una de sus vivencias, sacando de él una corta sonrisa que apaga de inmediato negando con su cabeza.
─ Me parece extraño que no conozca seres de su misma especie... ¿al menos que sea?... mmm... puede existir una posibilidad... y si, quizás en esta era los vampiros ya se han extinto... ¿No ha pensado nunca en eso? ─ cuestionó con total curiosidad, esperando una respuesta por parte de la chica.

Y-Yo sé que no lo ha hecho con esa intención, simplemente no pude evitar sentirme identificada con seres de la misma raza que yo.

-Al ser alzado su mentón volvió a verle directamente, ella sabía que el no haría algo para herirla o hacerla sentir mal, simplemente estaba transmitiendo la información que el tenía.-

¿Alucard? Nunca he escuchado sobre el, en realidad aún no he conocido a ningún ser de mi clase, sólo a aquellos seres que lastimosamente se entregaron completamente a sus instintos por la sangre y cualquier vestigio de consciencia o razonamiento desapareció por completo.

Usted me sorprende cada día más, su conocimiento sobre seres es muy basto, proporcional a la edad que presumo ha vivido.

-Quizá un ser como el tal Alucard fue quien la transformó en vampiro, introspectivamente pensaba que quizá sería una buena idea buscarlo. Aunque no estaba del todo segura.-

Su comentario no buscó en ningún instante hacerla sentir mal, era una forma de hacer referencia a uno, para no decir el vampiro más llamativo de todos lo que había tenido la dicha de conocer e incluso pelear.
─ No se lo tome tan a pecho señorita... ─ busca con su mano la suavidad de aquel rostro, para aclarar con palabras.
─ No lo dije con la intención de lastimarte, solo que a mi cabeza volvió la imagen de un demonio implacable denominado a si mismo como el vampiro supremo, si bien recuerdo su nombre era Alucard... un tipo muy duro pero con un intelecto al nivel de un dios, comprensible hasta cierto punto, extrañamente dominado por un humano... ─

-Se sintió un poco mal cuando el dijo "Vivir solos por la eternidad" y agachó la mirada ¿Quizá ese seria su destino? Muy probablemente, y de nuevo volvió esa expresión melancólica a su rostro.-

¿Es decir que deben morir para entregar la inmortalidad a otros? ¿O simplemente deben abandonar este plano?

-Aquel hombre conocía mucho más a los de su especie que ella misma, pues tenía la limitante de hacer nacido humana, colocó su mano encima de su propio mentón reflexionando el tema.-

¿O quizá la persona que me convirtió en esto me odiaba? Sabiendo el destino de los vampiros, lejos de darme un don, quizá me dio una maldición.

─ Esa es una habilidad poco común, si soy sincero es la primera vez que conozco a alguien con tales poderes. A lo largo de mis viajes me he cruzado en el camino de muchos vampiros, algunos muy extrovertidos, seductores y otros algo crueles, todos y cada uno de ellos con una historia y poderes distintos, pero con el mismo destino... vivir solos por toda la eternidad ─ cruza sus brazos delante de él, tomando una amplia bocanada de aire y continúa con su relato.
─ si entendí bien, su cuerpo humano está muerto y el cuerpo actual es el que regreso de la muerte, he oído de vampiros capaces de otorgar inmortalidad a los mortales, pero se supone que estos deben cumplir con ciertos requisitos y estar dispuestos a abandonar la luz y su vida sobre esta tierra ─ empezaba a comprender un poco el porqué aquella dama se le hacía tan interesante y como esta, era tan difícil de predecir.