Escucha con atención la conversación de las chicas, sin interrumpir, y cuando estas terminan de hablar, se acerca a la joven Natsuki y se atreve a tomarle la mano diestra para darle un beso en el dorso.
— Mucho gusto señorita. Me presento, me llamo Ignazio Di Vincenzo.
Le soltó con suavidad y luego se acercó a Minami, tomando por igual su mano para darle un beso en el dorso.
— Podría presentarle alguno de mis hermanos, princesa... Pero mis hermanos son muy... Curiosos. No sé si le agraden a la señorita. Aunque podría atreverme a invitarlas a ambas a cenar. Claro, si no hay inconveniente alguno.
Sólo le da vergüenza, pero sí, preséntale a alguno de tus hermanos. -Palmeó con suavidad el hombro de Natsumi y sonrío de manera despreocupada, a pesar de su mirada no le temía en lo absoluto, al contrario ella seguía siendo amable y espontánea.-
-Parpadea al escuchar a la pelirosa, la mira de reojo con intenciones de matarla en esos momentos- Minami..esas cosas no se dicen...-Mira al contrario y sonríe amablemente- No haga caso, se cree casamentera con mi vida.
