-Ya que ella era una artista pudo darse cuenta de que la dibujaba, por lo que le sorprendió y antes de que el se marchara, tomó una pequeña bata de seda que se encontraba en un diván de su habitación y se lo colocó, para después acercarse a el y tomarle de la muñeca con suavidad.-

¿Me enseñarías lo que dibujaste?

-Uno de los que Minami autonombraba defectos era su curiosidad, quizá el joven se había incomodado por la conversación.-

Me gusta ser el centro de atención, no lo negaré, por eso me gusta mostrarme siempre linda y atractiva, pero al final del día, es sólo eso, no hay nada profundo detrás y mi me llenan los vínculos profundos y poco efímeros, más allá que sólo una atracción física, eso es sólo una parte.

-Quizá aquella explicación venía sobrada, pero a fin de cuentas confiaba en el y así como el se sintió en confianza de preguntarle sobre su atuendo, ella se sintió en confianza de contarle aquello.-