No lo hago con ningún fin de justificarme, disfrutar del cuerpo y de los placeres de éste no es nada malo siempre que se haga con consentimiento y consciencia.

-Solamente quería compartir un poco de sus pensamientos y sentimientos con el, no era nada más que eso, dos personas conversando y compartiendo ideas.
Tomó el libro y miró los dibujos, estaban bien hechos, pero se sorprendió cuando el joven arrancó la hoja y se la entregó como una especie de regalo, mas aún con las palabras que acompañaban ese acto, se quedó en silencio, más luego miró que el estaba decido a marcharse.-

Gracias por el dibujo y por lo otro también...

-Era de las pocas veces que Minami se quedaba sin qué decir o hacer, simplemente lo dejó retirarse en paz no sin antes despedirse.-

Descansa, tu lo necesitas más que yo.~

-Bromeó, para finalmente acercarse a la puerta y cerrarla, extrañamente se sentía de nuevo nerviosa, pero decidió no tomarle mucha importancia a eso, y recostarse en la cama.-

—Minami —se dió la vuelta, con una expresión tranquila—, descuida, sí haces esto para explicarte no hay nada que decir. Somos libres de hacer lo que gustemos. No te estoy jugando, y claro, aquí tienes.

Mostró que en su libro, a mano izquierda estaba un dibujo de la lencería, con una descripción y seguido de eso, en la hoja derecha, el dibujo de la mujer, en el dibujo ella estaba igual a como Mahdi la encontró, calcando esa expresión tímida pero decidida que le pareció advertir en ella al momento de verla. Quizá fue inoportuno hacerse frente al espejo, pues no había dejado que ella se admirara.

—Y sí me lo permites, no veo necesario que ocupes esto para sentirte linda, o atractiva. —Tomó la hoja y la cortó con cuidado para regalarle el dibujo, ya luego lo haría otra vez.

Terminó por asentir con la cabeza, y volvía hacia la puerta para salir de la habitación.

—Que tengas una buena noche, el descanso es importante.

-Ya que ella era una artista pudo darse cuenta de que la dibujaba, por lo que le sorprendió y antes de que el se marchara, tomó una pequeña bata de seda que se encontraba en un diván de su habitación y se lo colocó, para después acercarse a el y tomarle de la muñeca con suavidad.-

¿Me enseñarías lo que dibujaste?

-Uno de los que Minami autonombraba defectos era su curiosidad, quizá el joven se había incomodado por la conversación.-

Me gusta ser el centro de atención, no lo negaré, por eso me gusta mostrarme siempre linda y atractiva, pero al final del día, es sólo eso, no hay nada profundo detrás y mi me llenan los vínculos profundos y poco efímeros, más allá que sólo una atracción física, eso es sólo una parte.

-Quizá aquella explicación venía sobrada, pero a fin de cuentas confiaba en el y así como el se sintió en confianza de preguntarle sobre su atuendo, ella se sintió en confianza de contarle aquello.-

—Interesante. Supongo que por eso no me han hablado de estas cosas. Debe ser algo embarazoso hablar de una vida sexual activa.

Se dijo, terminando el retrado de su modelo y a lado una descripción respecto aquellas particulares prendas.
Se daba por bien servido, levantándose de su lugar y guardando las cosas.

—Curioso que diga eso, las voces me han dicho que es muy solicitada. Supongo que parte de ese conjunto despierta la atención en algunos espíritus. Por favor, no busco seguirla incomodando, disfrute su noche.

Y así como así, se fue. Dejaría que ella pudiera estar a gusto con sus llamativas prendas.

Podría decirse... a algunas personas suelen gustarle ese tipo de diseños y despiertan el lívido o incluso lo hacen más grande que sólo ver el cuerpo desnudo de alguien.

En mi caso en particular, no hay a quien despertarle o aumentarle el líbido, por lo que lo hago solamente porqué me gusta como me queda.

-Al ver la seriedad y como lo tomaba aquel, se calmó y explicó de forma simple y tranquila para el, aunque en el fondo sentía aún un poco de vergüenza.-

—¿Este tipo de ropa se usa para despertar deseo sexual? —Directo, sin filtros. Mahdi preguntó cómo si fuera cualquier otra cosa mientras sacaba su libreta y pluma para anotar y dibujar todo aquello de esas prendas.
No conocía esa vergüenza que Minami proyectaba, para él era sólo mero estudio.

-A pesar de saberse y creerse una mujer atrevida, aquello la avergonzó un poco, aclaró un poco la garganta mientras llevó su mano derecha hacia sus labios y entrecerró sus parpados, aún ruborizada.-

Ejem... Claro, claro, pregúntame cuanta duda tengas, lo responderé.~

Conocía la ropa interior, claramente él también usaba, pero sin duda era la primera vez que oía de ropa íntima provocativa, eran piezas extravagantes que se sintió un poco apenado de pensar que las personas se vestían así para realizar algunos bailes.

—Deberé estudiar más acerca de esta ropa... ¿Te molestaría explicarme más?

Bueno, esas ropas se usan debajo de la ropa común, se llama ropa interior, es con el fin de cubrir partes intimas de las personas... y también algunas, como esta, tienen el objetivo de hacer lucir mejor y más provocativo el cuerpo femenino.

-Sonrío delicada y un poco ruborizada de explicar algo como ello, por lo que opuso su mirada y la dejó hacia su derecha.-

—Que ropas... Más curiosas, ¿Para qué son? He hablado con muchas almas, pero ninguna me ha descrito algo así.