-Al dar esa media vuelta, el vestido se blandió de tal manera, que dejó ver un poco su ropa interior inferior, la cual era color blanca y tenía pedrería incluso. Se abrazó a fuerte y le miró desde abajo.-

Oh no, si me metes al agua yo te llevaré conmigo ¿Lo sabes verdad?

-Sonrío de manera pícara e incluso se atrevió a morder su labio inferior.-

Cualquier excusa es buena para verte sin camisa... ~

Le dió una vuelta mientras caminaban, le gustaba ver el vestido ajeno como giraba. La atrajo a sus brazos para abrazarla fuerte y firme.

— ¿Que se te ocurre hacer pequeña? Hoy ando complaciente

Siempre lo era, pero lo decía como pequeña broma, dejaba besos a la cabeza de su la mujer abrazandola para no dejarla escapar.

— Se me ocurre que te puedo meter al agua porque si

-Al arribar a la playa Minami le hizo caso a su esposo y lentamente desabrochó las correas de sus tacones, los dejó en el auto y bajó del mismo, para entonces sentir la suave, ahora tibia y dorada arena de esa playa, tomó de la mano de el y comenzó a caminar junto con el, mientras que el viento ondeaba las ropas de ambos, por la abertura en el vestido de Minami se veían sus sensuales piernas y quizá un poco más, sus largos cabellos se contoneaban con esas corrientes.-

Está muy lindo el clima, esta fresco pero a la vez cálido por la arena... ¿Sabes? Como cuidarán de Kira, quizá debamos aprovechar la noche... ¿No lo crees?

— Por supuesto

Continuaba manejando. Al poco rato habían llegado a aquella playa, el hombre estacionó y salió el primero, le abrió la puerta a la dama y la dejo salir. El tenía sus pies descalzo, era la mejor idea.

— Quítate de una vez los tacones, la arena está bastante amable y suave

La arena no era nada rocosa, era suave y lisa. El varón le tomo de la mano luego de que está se deshiciera de sus tacones. Tras asegurar el auto camino con ella por la arena.

-Sentía el fresco viento sobre su rostro y entrecerró sus párpados tranquilamente, aún teniendo su mano postrada sobre el muslo del hombre, más cuando escuchó aquella profunda voz abrió sus parpados y dirigió su mirada hacia la de el, dibujó una sonrisa y río para sus adentros, no por burlarse, sino porqué estaba contenta de estar con el.-

Claro que lo digo en serio, eres un muy buen padre y esposo.

-Suspiró un poco y ahora colocó su codo derecho sobre el marco de la ventana del auto, mirando hacia afuera.-

Espero yo también poder ser buena esposa y buena madre.

Tu eres un sueño para mi ¿Yo lo soy para ti?

-La idea era más que excelente, ya que además de que la playa no estaría concurrida en esa temporada, tampoco lo estaría por el horario, era ya de noche y para Minami era la mejor hora para poder disfrutar sin tener que verse disminuida en su fuerza.-

Manejaba en aquella ruta, ya sabía dónde llevarla, la llevaría a una playa cercana empezando la lejanía de la ciudad. No era tan mala idea pues la playa era solitaria en esa temporada, ya Ken había ido. Iba cuando quería estar a solas. La mano en el muslo de el le hizo mirarle por unos instantes.

— Lo dices con mucho cariño... Ustedes dos son ahora mi familia, tengo que cuidarlas

Se quedó en silencio bajando los vidrios para que el aire de la carretera vacía entrara y les brindará caricias a ambos. El hombre saco su antebrazo y lo apoyo en su ventana mientras manejaba con una mano.

— Siento que soy un sueño para ti

La música era relajante y les daba ese momento íntimo en aquella noche y en aquel vehículo donde los encerraba a ambos.

-Ambos se pusieron de pie y caminaron hacia la salida, después de todo pudieron abordar el auto y Minami ocupó el asiento del copiloto, mientras que discretamente colocó su mano en el muslo del joven y sonrío suavemente.-

Sólo quiero que demos un paseo mientras escuchamos algo de música.

-Encendió el estéreo del auto y colocó música, era suave, pero agradable para igual seguir conversando.-

De nuevo gracias, tienes tantos detalles conmigo y con la pequeña Kira, eres el mejor papá y el mejor esposo que hay.

Ken pago la cuenta y asíntio, levantándose en conjunto con la dama. Al salir del sitio los encargados del lugar, específicamente de estacionar los autos, trajeron el de Ken. Dió el respectivo pago a los hombres para entonces montarse con la vampiresa para ir algún lugar que ella quisiera.

— ¿A dónde la llevo madame?

Era lo menos que podía hacer, verme linda para mi apuesto esposo. ~

-Ella también acorta la distancia entre ambos y comienza a darle un beso profundo en los labios, más no muy largo, ya que se encontraban en un lugar sumamente refinado y discreto, por lo que cuando llegaran a casa podría darle todos los mismos y caricias que siempre le gustaba darle. Por supuesto notó el agradable perfume despedido por el, era fresco pero a la vez imponía, esa era una de las tantas cosas que le gustaba a la joven de el, su aroma.-

¿Antes de regresar a casa podríamos dar un paseo por la ciudad en auto?

-Preguntó, mientras se iba poniendo de pie, al tomar su bolso y su abrigo.-

— Gracias a ti por lucir tan hermosa hoy para nuestra cena

Se acerca y brinda un beso a sus labios, el perfume del varón era bastante fuerte y presente ante el lugar.

— Ya podemos irnos a casa tranquilos y comidos