El peliazul sonriente y dispuesto, escucha las palabras de la vampireza y así dejar que ella se acercara y lo tomara como si fuera de su propiedad, pues sin pena acarició la piel de su cuello para luego insertar esos finos colmillos juntos en la vena principal de su cuello y así beber y degustar de aquel líquido carmesí, su sangre, particularmente, era dulce pero fuerte, como si fuera un vodka endulzado, esto era algo común en su raza, debido a que él era un cazador y su sangre sería una buena forma de atraer a su "presa" como fue con ella en aquella situación... Miró sus ojos y su rostro al ver como quedaba maravillada al beber su sangre, su sonrojo y sus palabras le demostraban que le gustó.

– Un placer ser su "alimento", ¿Le ha gustado la bebida? Cuando quiera, puede volver a degustarla...~ –

Diría rodeando la cintura de la dama con sus fornidos brazos y así esperar ver cual era su respuesta, no estaba dispuesto a dejarle ir sin antes saber su opinión.