-De noche, con un cielo en el cual la luna brillaba al trasluz de las nubes, intensa, desafiante. El trueno quiso rugir en el cielo, si bien no lo consiguió, quedándose pequeño y extrañamente lejano. Una brisa,producto de aquel clima, agita con ímpetu la fauna,le sede el paso a un jovial castaño desaliñado de aparentes 17 años humanos,ojos zafiro y vestido por unos llamativos jeans rojos de tornasol en un tono frío que asentaba sus facciones, con una camiseta de 3/4 de matiz azul verdoso que remangaba hasta la mitad del antebrazo dejando ver en su diestra un tatuaje que va desde la palma y termina al ras de su codo formado un pentagrama invertido con unas largas extensiones,muestra de su contrato. Yacía en el borde de la acera recargando su espalda en un poste de luz,poseedor de una altura de 1,87m. Musita con su masculina y agradable voz- Buenas noches señorita -Le brindo una gallarda sonrisa con los orbes cerrados al terminar la frase-