«Que decepción, creí que eras distinto. Como Magus solo eras un patético pedazo de mierda. Ahora no eres más que una paja corta que me hago en el baño.» 𝐒eidan 𖤐 Beso Negro 𖤐
━ ¡No sabía que me recibirías así! ━suspiró, simplemente anonadada con la obra de arte frente a ella. ¿No es eso simplemente puro? Tener dominio sobre algo sin el ALMA original. Una vez que sus juguetes están fuera de servicio, no hay forma de devolverlos. Los trágicos contratiempos de solo poder tocar y manipular lo que está más allá del corazón.
Sin embargo, no se desanima. Una risa encantada pronto salió de sus labios, sus brazos se extendieron sobre su cabeza por un momento.━ Creo que llegue justo a tiempo, ¿no te parece?
A los pies de Seijun había dos cosas: Sangre y suciedad. Los pies del Magus, y los de Mahito, así como los de sus retazos quedarían empapados por ello. Ante la mirada incrédula del Heraldo, había frente a él una silla, si una silla. Creada con huesos, formando un arco rectangular del que asomaba una cabeza humana todavía viva, jadeante. La construcción era la de la carne, un asiento formado por lo que antes era un sujeto viviente.
«Hola guarrilla, hace días que no te veía, tu aparición trajo consigo pulgas.»
━ ¡Oi, oi! ━llegó abriendo la puerta del bar escandalosamente. Venía comiendo una papa cruda que había tomado para entretenerse en el camino, no había sido difícil encontrar el lugar, sus pequeños retazos de carne la llamaban a la ubicación como polluelos a su madre. Ladeo su cabeza buscando una señal en su rostro, pero la energía a su alrededor le decía todo.━ Hoooola Seijun. ¿Por qué la cara larga?
