[code]lugar donde correría mucho peligro al encontrarse con los Titanes. Sin embargo, a ella no le importaba, era una pequeña muy curiosa que no sentía miedo e incluso le intrigaba salirse sola del castillo a escondidas.


Después de haber caminado un rato, Melínoe llegó a un lugar que desconocía, todo estaba lleno de neblina, se sentía mucho frío y un sonido molesto parecido a la fricción de metales no dejaba de sonar por todo el lugar.
¿Qué es eso? – se preguntó al visualizar a lo lejos algo que parecía una sombra y se perdía en la niebla. Se detuvó un instante y giró su cuerpo a su alrededor para ver si podía encontrarle de nuevo. La había perdido. [/code]

[code]Sentía que todos la juzgaban por lucir diferente a los demás.
Al ver que nadie le prestaba atención y todos estaban entretenidos sirviendo sus copas con vino, riendo y aparentando ser el mejor dios, porque era lo mejor y único que sabían que hacer, Melínoe se escabulló del castillo corriendo feliz y libremente de la monotonía en la que diario vivía.

¿A dónde iremos hoy? – parecía se preguntaba a ella misma pero realmente sentía que había alguien o “algo” cerca de ella. Ella no lo sabía e incluso pensaba que a veces sólo era producto de su imaginación para no sentirse sola y saber que alguien le entendía. A dónde nos lleve el destino. – volvió a decirse sin miedo y con mucha felicidad en su rostro.

Melínoe aún no conocía a todos los seres residentes de su hogar, su corta edad no le permitía que sus padres le llevarán a conocer todos los rincones e incluso por su seguridad ni siquiera le habían mencionado de Tártaro, [...] [/code]

[code]Cinco años habían pasado y no había señal de cuál o cuáles serían sus tareas. Algunos decían juzgaría a las almas al igual que Thanatos y su hermana pues su criterio dual le ayudaría en dicha tarea, otros decían sacaría el poder combinado de su padre y madre por la misma dualidad y algunos otros decían sería diosa del equilibrio entre el bien y el mal residente de ambos mundos, el olimpo y el inframundo.

Yo opino será el equilibrio, díganme que otro dios tiene dos colores en el cuerpo además de una personalidad cambiante? – Se escuchaba entre los invitados de la fiesta. Lo más seguro es que sea como su madre y viva un tiempo en el Olimpo y luego regrese con nosotros. – Comentaba otro invitado.

Melínoe estaba harta, la compañía nunca fue lo suyo. Prefería pasar tiempo a solas encerrada en su cuarto o jugando por pequeños ratos con sus hermanos. No le gustaba le mirarán y mucho menos que estuvieran cerca de ella. [...][/code]

[code]¡Hoy es el cumpleaños de la princesa! ¡Hoy es el cumpleaños de la princesa más pequeña! ¡Viva la princesa Melínoe! – Gritos de almas, dioses y seres mitológicos se escuchaban por todo el Inframundo, la más pequeña de los hijos de los reyes cumplía sus seis años de vida.

El castillo del Inframundo se apreciaba con mucho movimiento. Ninfas y sirvientes corrían por todos lados cargando globos, dulces y regalos que los invitados entregaban a la pequeña por su fiesta de cumpleaños. Risas, cotilleos y el sonido del vino servirse en las copas de los dioses no dejaban de cesar. El cumpleaños de la princesa era un suceso importante para todo el reino pues según profecías ya no nacería ningún otro dios por mucho tiempo y todos, disfrutaban de la quizá última pequeña del Inframundo.
Además, la ansiedad de sus padres curiosos por saber cuál sería el don de la princesa era el anuncio que tanto el Olimpo, el Exterior y el Inframundo deseaban escuchar. [...] [/code]