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— Debe ser un placer para usted tenerme en frente. ¿O esperaba al príncipe de Aburridón? —Espetó altivo y a su vez calmo, su perfecta sonrisa relucia con cada palabra. Aquel semblante insano y desquiciado se notaba al por mayor caracterizandole siempre.
— Oh, ahora quién debe sentirse honrado por avivar su odio por los humanos soy yo. —Soltó sin ningún tipo de decoro, el segundo primogénito del Capitán Garfio sabía de lo que era capaz aquella figura siniestra, pero no le demostraría ningún tipo de debilidad.
— Sí vienes a amenzarme, es tiempo perdido. Lo que fue no va a cambiar y no tengo ninguna intención de alejarme de tu hija. Sino le hice caso al viejo, menos lo haré de ti. Además... — Expresó relamiendo sus labios, anclado sus azules y desafiantes ojos en la entidad siniestra. — Ella tampoco hizo mucho por alejarse, quién puede culparla.— Resonó aquello último alargando cada palabra para darle cierto énfasis, Por lo visto el ego de su padre era hereditario.

Señora Maléfica, no se si fue buena idea o no venir a buscarla pero también acepto que me da gusto verla.

*El muchacho sonríe a la mujer, bien o mal su madre y ella eran amigas y eso le daba tan solo un poco de confianza.*

No es eso, simplemente que se que no puedo bajar la guardia contigo primor, asi que porque no me dices ¿A que has venido? ¿A controlar a tu hija? ¿O a que te vuelva reptil por su capricho y rebeldia? La traicion, no me sorprende, despues de que se fue a Aburridon a ser princesa.

~ Vamos querida, todo el mundo sabe que tu hija no hará nada, me contó que te había convertido en una lagartija~reía divertido~ ok ok ya esta bien esta bien, no me reiré mas de ese infortunio, pero es rebelde y un pequeño engendro, aunque no lo suficiente~ respira hondo~ sabes porque te lo estoy pidiendo a ti? por que somos viejos amigos, no tomare a Mal por mi cuenta, tu me la entregaras porque tenemos un objetivo en común~aparece frente a ella y coloca sus dedos en su mentón sonriendo tétrico~ Gancho Mano no no tiene la suerte de charlar conmigo como tu cariño.

Giro su rostro y empuñó su mano—que madura eres Maléfica, pensé que esos juegos eran solo de nuestros hijos—ancla sus azules en los de ella desafiante.

¿Tormenta? Por poco lo olvidaba igual de confiada que cierta persona, siendo bruja puedes ser una tempestad—mira su garfio sonriendo de medio labio—¿Eso es todo? Pensé que me dirías algo mejor, ¿Te pusieron los cuernos? Ah no perdón es parte de tu cabeza—sonreia de medio labio fijando sus azules en los contrarios.

Madre sobre protectora, no conocía esa parte de ti, es conmovedor, no diré mi chiste porque enojada te ves muy mal~termina su bebida~velo como una inversion, además te prometo que alargare si vida todo lo que quiera si me la das, no tendrá que preocuparse si algo o alguien quieren matarla, la cuídare bien. Confía en mí, confía en Hades, no le prestes atención a mis titulos, dios de la muerte y todo lo demás.