''[...] Aunque los hermanos dijeron «el cine es una invención sin ningún futuro», aprovecharon todo lo que el nuevo invento les ofreció para montar un negocio rentable. Los Lumière enviaban un cinematógrafo y un operador donde fuera requerido, por ejemplo, a la coronación de Nicolás II de Rusia.
Su posición económica y el interés que mostraban hacia la ciencia les hizo menospreciar las posibilidades comerciales de su invento, por lo que finalmente abandonaron la producción cinematográfica.''