*Entonces ella se mantuvo serena, tranquila y quieta, cuya postura inquebrantable es propia de un guerrero jaguar. Callada, dulce y valiente permaneció en silencio, sujetando con firmeza el largo boomerang con el gauntlet que cubre su tersa mano.* -Esto se torna muy oscuro. -Dijo en susurro sin moverse.- Siento miedo, pero debo intentar. -Reintegró sin quitarle la mirada a la colosal bestia que se aproxima, habiendo liberado un gutural rugido que se extendió por largos kilómetros a la redonda.-¡Tu no eres Cipactli! -Le gritó- ¿De dónde vienes, criatura abismal? Cham Cham puede percibir que provienes de tiempos antiguos. No puedes mentirme. *El estruendoso y violento aproximar de la bestia, causaría que Cham Cham ejecute un salto muy ágil y lo suficientemente alto para lograr esquivar la embestida del Leviatán, quedando ahora de pie sobre en la rama más alta de un frondoso árbol.* -Ñya, qué pesado. -Dijo habiéndose quedado espectadora de la magnitud de aquel ser, quizá el cruel destino juega con ambos seres como si fuesen un par de piezas de ajedrez en un tablero.-