« Back to Album
- Había pasado muchos años desde la última vez que había visto a su esposo. Años en que estuvo esperando y años en un duelo, acompañado por sus allegados, en especial sus subordinados. El tiempo curó sus heridas y poco a poco, Máximo tomó el puesto de Rey que tanto su país necesitaba.
Era un gran Rey, un Rey justo, honorable, con sus defectos pero muy amado por todos. Quien había resuelto conflictos políticos entre Iscandar y Gamilas, al punto de independizarse completamente de la Triple Alianza Planetaria. [...]
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
>>
El reloj terminó de vaciarse. Indra despertó. Había desatendido su cuerpo por algunos días en los que se había dedicado nada más que a viajar en su cuerpo astral, así que tenía hambre y sed. Omitió esas sensaciones físicas, por ahora tenía cosas más importantes que hacer… Una idea -como si de una verdad absoluta se tratase- se había apoderado de él. Ya sabía lo que tenía que hacer para acabar con su infelicidad.

—¿Dónde estás, Máximo? —Habló para sí mismo con la voz algo áspera. No podía saber dónde estaba, pero podía sentir y si se concentraba lo suficiente, podría dar con su casi olvidado esposo. No iba a mentirse a sí mismo, ya no creía ser capaz de sentir amor por nadie, solo amor por sus recuerdos y por sí mismo, pero necesitaba del almirante.
3>>
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment