-Prosiguió rascando su mejilla, haciendo un pequeño puchero, aunque se detuvo a pensar en cómo solucionar lo del sabor dulce.- ¡Ya sé! ¡Podría invitarte una crepa! Son triangulares como una rebanada de pizza. -Parece un niño con ese tipo de razonamiento.-
¡Los accidentes a todos nos pasa! -Aseguró, poniendo la mano en su hombro y regalándole una sonrisa.- ¡Estoy bien! Hoy saldré a regalar algunos postres a la gente para hacer promoción al restaurante. Espero todo salga bien.
Si Mat ya e ido al medico y fue una caida en clase fue muy raro pero bueno me lesione ¤Rio un poco ¤ despues de todo sigo siendo torpe y tu como estas Mat?
-Da otro mordisco a la pizza intentando de que le guste el sabor, pero es en vano. Escucha la voz de la joven y termina a duras penas el pedazo de pizza- Lo siento, Matt. Mi organismo no permite otra cosa que sea sabores dulces, pero lo terminé porque mi amo me enseñó que la comida no se tira a la calle. -Lo dice de manera suave, pero con un gesto neutro en su rostro-
¡Muchas gracias, señorita! ¿Gusta una rebanada? -Sonrió amistoso.-
¡Padrino! -Sonrió con emoción al verle, sin embargo, su mirada se llenó de preocupación al notar que no podía mover su mano derecha.- ¡¿Qué le sucedió?! ¿Está bien?
