-No pudo evitar encogerse de hombros al ser descubierto por el rubio e inmediatamente escondió su mirada torpemente en su lectura, aunque de los nervios terminó tirando su manga de un momento a otro.
A diferencia del otro él muchacho era demasiado cohibido en las relaciones personales, todo mundo lo miraba raro, y lo era; no se trataba de alguien normal. sociable, era el loco de su curso que decía hablar con fantasmas. Una vez más había hecho el ridículo, así que bajó la mirada, curvó su espalda hacia abajo para tomar su manga y luego se levantó para salir de allí lo más rápido posible.-

— Perfecto, preciosa, te veo más tarde —La sonrisa encantandora y la voz varonil, la perfecta interpretación de un hombre que gustaba de andar coquetando con más de una chica a la vez. Alzó su diestra a modo de despedida, observando el andar de la muchacha que se alejaba de él.
Tan pronto ella estuvo fuera de su visión, Masthian giró el cuerpo y fijó la mirada en el individuo que hacía tiempo, llevaba observándolo a lo lejos. Era un hombre perceptivo y le comenzaba a molestar sentir su mirada encima. Con su mejor gesto de apatía, metió las manos en sus bolsillos y ladeó el rostro, esperando una reacción del otro.

-Le observó desde lejos, como siempre lo hacia con algunos estudiantes que llamaban su atención, aunque no se atrevía a dirigirle la palabra era claro que desde su lejanía su mirada estaba fija en el rubio, aunque de vez en cuando disimulaba estar concentrado en la historia de su manga en manos.-