-La impresión fue bastante grande como para permitir que ella estuviese en sus cabales, además estaba en el piso aún sin que sus piernas respondan al pedimento de aquel joven. Sus ojos cándidos veían al peculiar joven, sin poder levantarse aún y además el enorme can apenas se estaba vislumbrando en la oscuridad y con sus orbes carmín en ese rincón derrumbado de la muralla.- -N-no puedo... -Dijo casi a punto de romper en llanto, viendo al joven y luego a la criatura que poco a poco se iba levantando después de la sacudida y el tremendo golpe.-

"segunda consciencia", misma que le ayuda a reaccionar a tiempo, el rubio apretó los puños, alzó el rostro y así se pudo notar un brillo verde en sus pupilas, aquel color resaltó mucho mas que antes, el muchacho flexiona las rodillas y con impulso da un gran salto para caer detrás de la criatura.

Una vez ahí, con ambas manos tomó la cola del enorme can, lo jaló para evitar su avance y luego con un enorme esfuerzo y junto a un grito de guerra giró sobre su propio eje para traer con él al enemigo, posterior a esto lo suelta para lanzarlo con violencia hacia el muro, el cual atraviesa y termina cayendo del otro lado de la calle.-

¡Niña! ¡Muévete y entra ahí! Yo me encargaré de esto.

-Ordenó a la niña, casi al instante el rugido de aquel animal encolerizado se podía escuchar a espaldas del joven.-

¿Uh? Pero.... ¿En que momento llegó?

-Se pregunta sí mismo el muchacho quién con sorpresa observaba a la bestia haber llegado ante ellos, este mismo estaba dando la espalda al rubio y se había centrado en la chiquilla y peor aun, en la mujer que recién salió a regañar como si nada pasara, aunque era normal, no sabía lo que yace en frente de ella.-

¡Vete! ¡Regrese dentro, señora! ¡Su vida co...

-Los parpados del muchacho se abrieron con sorpresa, al ver como no pudo hacer mas que gritar, se quedó incluso boquiabierto, Aideroth tenía razón, eso debía enfrentarlo en un sitio desolado, Masthian estuvo paralizado, alguien acaba de morir por no obedecer los concejos de su Vairant.

"¡Idiota, humano! ¡Mueve o matará a la niña también!" -Y así era, la enorme criatura devoraba el cuerpo de la mujer entre sus enormes dientes y mientras movía su feroz mandíbula, avanzaba a paso lento hacia la niña inmóvil.
Suerte era tener una...

- ¿Q-qué es eso? -Mencionó con sorpresiva y dando unos pasos atrás, casi a punto de tropezar con sus talones entre los descuidados escalones de la edificación. Sapphire estaba a punto de correr y entrar, pero la puerta de la edificación se abrió de golpe saliendo de ella una mujer alta, pálida y cabellera oscura, cuya expresión severa está fija en la niña, sin embargo el joven no pasó desapercibido, pensando que se trata de algún vago o delincuente que trepó la muralla para hacer actos de vandalismo.- ¿?. ¡SAPPHIRE, entra al colegio! ¡Y usted joven, retírese antes de que hable a la policía, éste es un lugar privado! -Mencionó bajando de las escaleras, sin percatarse de la criatura que estaba ahí, pues aquella mujer adulta no era capaz de observar la hórrida criatura que el muchacho y Sapphire son capaces de notar. Entretanto, el perro lanzó una larga mordida justo en el momento en que la mujer se colocó enmedio de los dos.-

con un enorme salto sobrepasó al muchacho y el muro, cayendo dentro de la propiedad, entre el joven rubio y la niña que intentaba ayudarlo a esconderse.-

después mira a su izquierda, el avance estaba mas cerca, para un ojo común, no era mas que quizá un temblor repentino, pero para los ojos del joven, era una enorme bestia perruna y cuadrupeda que avanzaba y hacía temblar el suelo con sus pesadas patas, podría medir unos 3 metros de alto estando en sus cuatro patas, carente de pelo, grandes dientes y ojos totalmente blancos, destellando una siniestra luz.

"Debo convencerla", pensó en ese instante con mas decisión, de un salto llegó a la parte superior del muro, demostrando así parte de sus habilidades sobre humanas, desde ahí de pie, observa a la niña con una gran sonrisa, señaló el edificio, invitandola a ingresar antes que él, esperaría a que se volteara para entrar y así él poder huir y continuar peleando, sin embargo, todos sus planes se vieron arruinados, sobre él, desde su punto de vista, una enorme sombra lo cubrió y junto a esta, una ráfaga de viento lo hizo tambalear y casi caer, el monstruo había llegado antes de tiempo,

- "¿Que demonios estás haciendo, inútil? Los vas a condenar a todos." El muchacho rubio pudo escuchar esa voz tan reconocida dentro de su cabeza, no había duda, era aquel que antes mencionó sin querer mientras corría detrás de la chiquilla, Masthian frunce el ceño y gira la cabeza un poco para ver de reojo hacía atrás de ellos, a lo lejos podía ver como los postes de luz se tambaleaban, algo pesado o muy fuerte venía hacia ellos y parecía venir rápido, aunque todavía les separaba una buena distancia.-

Cierra la boca, no puedo dejar que esta niña ande por ahí sola...

- "¿¡Estás loco!? ¡Humano, regresa y aléjate de la ciudad, ya habíamos hablado esto, apegate al plan!" Exclamaba furioso aquel ente, Masthian lo sabía, esa criatura que venía atrás lo buscaba a él, ¿Como logró causarle tanta empatia aquella siniestra niña? Estaba olvidando por completo su objetivo, al momento de llegar al muro, el rubio se detuvo, mira a la niña escalar,

- No lo harán. -Le dijo confiada, porque sabía que una vez dentro de aquel internado, pocos son los que sobreviven a la clase de adultos (la mayoría enfermos mentalmente), ignorando las advertencias del joven y del peligro que alega existir a las cercanías, sin embargo, para Sapphire no había peor amenaza a comparación de las hórrida gente con la que debe lidiar dentro de la institución, un sitio desconcertantemente oscuro por la descuidada fachada del muro que divide entre el jardín y la vía pública. Frente a la estructura, pronto trepó el muro rodeado de maleza, invitando al chico a seguirla.- -Vamos, aquí nadie te encontrará, además tampoco deben verme afuera.