a la soga que sostenía el equilibrio de toda la trampa, para cortarla de un tajo. Ante eso, simplemente los condenados cayeron ahorcados y, en pocos minutos se dejaron de mover.
Mientras observaba sus muertes con frialdad, pensó en la noche anterior. En que va a hacer pagar a ése malnacido por haberlo humillado... ¿peleaba por su gente...? Muy bien... iría con el ejército entero de paladines y destruiría su razón de ser...**
**Entre tanto, el joven comandante, sin importar los agravios que sufrió la noche anterior, se levantó a la mañana siguiente, para ejecutar su deber. Pese a que la herida del muslo lo hacía cojear, y en ocasiones tenía que usar bastón, lo hizo. Y sólo la subida a las escalinatas de la trampilla, es cuando usó dicho instrumento para apoyarse. Ahí estaban. Los agitadores y rebeldes al orden de su majestad, el Monarca Reinhard von Höllenfeuer. Todos con una soga a sus cuellos, pisando una pendiente que luego caería, para su ejecución. Sin importar la mirada en terror de algunos, o completa indiferencia; pues ya ni intentaban pedir piedad. No a alguien como el segundo príncipe, que ya se había hecho una reputación de despiadado; simplemente esperaban la ejecución.** Últimas palabras. **Aunque con la voz atrofiada por los estrangulamientos de anoche; el joven demandó con firmeza, y, ante la negativa de los condenados, el joven sólo se acercó
**Luego de seguir por incontables rutas para cerciorarse de que no lo siguieran regresa al mítico bosque de los elfos en donde el vive aunque lo reciben contentos de su regreso y nadie lo culpa por la muerte de sus guerreros el si lo hace y esto lo lleva a excluirse en su cuarto el cual destroza en desplantes de enojo e ira, aventando objetos a diestra y siniestra, gritando insultos hacia si mismo por ser un cobarde y pidiéndole a sus sirvientes que por nada del mundo deseaba que se le molestara**
**En ése momento nadie lo persigue, tanto por la preocupación de la seguridad de Ellian, por algunos, como la preocupación por el estado de Eberhard, por el lado de otros. Y, el General Shagroth, aquel que está más capacitado para el arte de la guerra y la cacería, lidia en ése instante con el descontrol del temperamento de Ashtelya.** Basta... **Musita Eberhard, con voz débil y atrofiada, apenas inclinándose mientras recupera la conciencia, muy pesadamente. Al escucharlo, ella, casi por inercia se tranquiliza, y musita, con una voz ansiosa, así como preocupada.** Ebbe... casi... Pero no pasó nada... estaré bien... **Vuelve a musitar, y, aunque por el momento no puede levantar la voz, ni hablar de un modo enérgico, o imperante; las solas palabras de él, son suficientes para hacer obedecer a la joven. Ante ello, el General, mira a los dos con cierto escepticismo y con meticuloso análisis gélido.**
**Al tiempo que huye con gran velocidad hacia su hogar brama con furia culpándose por ser tan cobarde y elegir salvar su pellejo que vengar a sus camaradas aunque eso significara morir, se siente derrotado y humillado, pero sabe que aun no es tiempo para lamentar su decisión ya que aunque le dieron su palabra ninguno de ellos es de fiar y podrían estarlo siguiendo si se descuida, por tal razón, toma caminos rebuscados que solo alguien que ya los haya cruzado antes puede cruzarlos sin perderse, por eso de que haya alguien persiguiéndolo y no llevarlo justo a su hogar**
tomándolo por sorpresa, logra conseguir tirarle un diente en ése sólo golpe. A ello, le siguieron otros más, junto con algunas patadas, ante las cuales, el joven sólo trata de cubrirse. Habría continuado, de no ser porque un segundo guiverno entra por la ruptura que abrió la montura de ella para entrar. Enseguida, el jinete de ese guiverno, al menos tres veces más grandes que el carmesí montado por la joven; corre a detener a la chica que propina brutal paliza al príncipe heredero.** ¡Por proteger a esta ladilla casi es asesinado! ¡TDODO ES SU CULPA! **Berrea con una furia incontenible, mientras es sujetada por el general, un guerrero ya entrado en años, y, sin embargo, aún conservando su fuerza y condición infalibles.** ¡Estás cometiendo desacato y sublevación, Ashtelya! ¡NO LO ES! ¡ÉL NO ES MI REY, NUNCA LO SERÁ! ¡YO NO LO SEGUIRÉ, NO MERECE SER EL HEREDERO!
**Por momentos el joven, aún inconsciente puede escuchar lo que pasa a su alrededor; y en el momento que es amordazado, puede sentir un sabor por demás extraño, que no es nada agradable. Mas cuando escucha las palabras del mayor a su oído, sacude levemente su cabeza, resoplando, como si quisiese negarse. En el momento que es empujado, Ashtelya desmonta de su guiverno para atrapar al su hermano, pese a que resulta más alto y pesado de ella. Con dedicación revisa su rostro, tratando de reanimarlo, al mismo tiempo que le quita la mordaza y ve la gravedad de la herida en su cuello. Ellian suspira aliviado, en un inicio; sin embargo, Ashtelya, con el joven aún inconsciente y recargando su cabeza en su regazo, lo mira con profundo rencor. Con cuidado lo deposita en el suelo, para después levantarse y con un rugido fúrico, espetar a su medio hermano.** ¡TODO ESTO ES CULPA TUYA! **Sin más, propina un brutal puñetazo al rostro del heredero,
-a ti te veré después...puesto que te he dado un brebaje que hará que te sientas atraído por mi tanto amorosa como sexualmente...así que te convertirás en mi perra muy pronto...- finalizando su advertencia lo empuja para que caiga al suelo y el se marche sabiendo que no pueden atacarlo, a paso veloz se aleja de la fortaleza enemiga perdiéndose en el bosque**
**Sonríe de forma malévola avanza lentamente acercándose a la salida mientras lo hace de forma lenta y cautelosa caminando siempre de frente hacia sus persecutores pues sabe que seria fatal darles la espalda, entonces con su mano libre saca de su bolsillo una botellita la cual vierte en un pañuelo, prenda que usa para amordazar a su victima, afortunadamente es lo suficientemente diestro para hacerlo con una mano, entonces ya que esta muy cerca de la entrada dice con voz potente para que todos lo escuchen...-aquí cumplo mi parte, lo libero con la promesa de que jamás nos volverán a molestar su rey dio su palabra....- pero ese no era todo su mensaje y antes de soltar a su presa le susurra algo al oído que solo puede ser oído por el...
¡NO! ¡PORQUE FAVOR POR FAVOR! **Grita Ellian, completamente aterrado por la visión del cuchillo, entrando en la carne de su medio hermano. Por un momento permanece petrificado de terror, hasta que, con pesar y sollozando, cae de rodillas ante el faerus y, entre gemidos profiere, suplicante.** Te dejaremos ir... nadie te atacará... pero por favor... cuando salgas déjalo regresar a nosotros... sano y salvo... por favor... **Añade con voz temblorosa mientras las lágrimas surcan las mejillas en abundancia.**
