« Back to Album · Next »
«Entre sedas, colores y memorias».
w/Emma Sano.
 
Newest First | Oldest First
EmmaSano · F
(...) Obviamente había mucho de que platicar ahora, ponerse al día la una con la otra. Después de todo, Emma siempre ha tenido problemas para hacer amistades en la escuela, gracias a la reputación de su hermano y su pandilla.
EmmaSano · F
A pesar de la emoción que envolvía a la rubia, de al fin encontrado aquella prenda que creía ideal, logró escuchar un murmullo contrastante con la música del local. ¿Acaso alguien había dicho su nombre? Un tanto confundida, volteo a examinar sus alrededores, y oh sorpresa. ¿Quién estaba ahí? Entrecerró los ojos tratando de enfocar aquel rostro que le resultó tan familiar en cuestión de segundos… — ¡Marin! — Exclamó mientras, dejó a un lado a aquella chica que le estaba atendiendo, para dirigirse hacia donde su antigua amiga se encontraba. ¿Cuánto tiempo había pasado? No podría recordarlo en el momento, pero la alegría que sentía era inmensa. Cientos de recuerdos se amontonaron en la mente de Emma, quien no podía evitar sonreír enormemente al ver a su querida amiga.
—¿¡Qué haces aquí!? ¡Que gusto verte de nuevo! ¡Tienes que darme tu número, por favor! —
Ya no eran las mismas niñas que cuando recién se habían conocido, y el tiempo que las alejo, volvió a unirlas. (...)
Marin · 18-21, F
La había estado siguiendo con la mirada con disimulo, como si estuviera examinando sus facciones y su forma de moverse. Sin embargo, estaba consciente de todos los años que habían transcurrido desde su último encuentro. En ese entonces, aún jugaban a ponerse vestidos que les lucían como camisones, y zapatillas tan altas para sus pequeños pies que las hacían caminar a trompicones.

Marin rió con disimulo ante tal recuerdo. Aquella chica seguía tan radiante y desenvuelta como antes.

No obstante, el súbito sonido del taconeo de la dependiente la hizo salir de su ensimismamiento. Y en cuanto la mujer retiró del maniquí la última prenda que les quedaba, Kitagawa se sintió completamente expuesta.

Su rostro rojo hasta las orejas ya hablaba por ella. Estaba justo frente a...

¿E-emma?
EmmaSano · F
Un pesado suspiro escapó de los labios de la rubia, momentos antes de ingresar a otro local. Llevaba ya un buen rato tratando de encontrar ESA blusa, que sabia seria lo que necesitaba para completar un outfit que previamente había coordinado en su mente. ‘’¡Qué difícil! Ojalá tuviera el talento de Mitsuya, así podría diseñar todo lo que yo quisiera usar.’’ Musitó en voz baja mientras paseaba sin prestar mayor atención a lo que le rodeaba, concentrada en revisar prenda por prenda, tomándose incluso el tiempo de revisar la textura de las telas.

Su búsqueda no parecía rendir frutos, hasta que, por casualidad volteo hacia uno de los maniquís el lugar. ¡ESA ERA! El estilo, el color, todo. La emoción no demoro más que un segundo en inundar a la joven, quien, sin pena, exclamó: ¡Es justo lo que necesitaba! No tardo en captar la atención de una de las trabajadoras del lugar, acercándose a la rubia para ayudarle a encontrar aquella prenda en su talla y poder pasar al probador
Marin · 18-21, F
Damasco, lanilla, cashmere, crepé, lino, seda.
Rojo, negro, blanco, ¡rosa e infinidad de bellos colores!

Marin Kitagawa podía no ser una experta en costura, pero definitivamente era una fiel fan de la moda. Y aquella tienda que le habían recomendado, en verdad exhibía todo lo que le habían prometido.

¡Qué bello que es todo!—Exclamó para sí misma mientras comenzaba a deslizar una prenda tras otra. Habían tantos vestidos que lograron cautivarla por completo, ¡y ni hablar de los tacones altos! Mordió su labio inferior, casi sintiendo pena porque no podría llevar todo a su casa.

Ladeando la cabeza, alcanzó a mirar por el rabillo del ojo a una brillante cabellera rubia que parecía recordar de algún lugar en su pasado.

Siguió a la chica muy discretamente mientras se ocultaba detrás de una blusa de Georgette color pistache.

¿Acaso era...?

Add a comment...
 
Send Comment