Preguntó una voz medio tímida, mientras un chico que se veía un tanto nerd y delgado acomodó sus gafas bifocales por sobre su rostro, el mismo era aniñado, y su cabello era rubio como el oro, sus mejillas tenían algunos toques de rubor mientras observaba a la fémina con atención.
Se preguntaba si le esperaba con vino, o era aquello sólo una ilusión en su cabeza, se veía demasiado joven, adulto sin duda pero esos ojos verdes brillantes le hacían incluso verse inocente. Era difícil creer que este chico de apenas 18 o 19 primaveras era un genio de la Interpol entrenado en diversos artes de infiltración y también piloto de aviación.