— ¡Oye no! ¡Suéltame! — la fuerza con la que se jaloneó para ser liberada no fue de la rubia, sino de su Vairant, que compartía el mismo enojo que la humana por la actitud de aquel. — Ya no quiero nada.

Yo no soy ningun vago, soy un hombre trabajador, ¿Quieres tu celular? Perfecto, te daré un celular nuevo. -Le tomó del brazo y le jaló hacia una tienda de electrónica.-

Pero no iba a retroceder a ninguna pared, sino que se hizo inmediatamente a un lado — Ah, cochino vago... —

x3 🌸 🐾 💟

¿No te enseñó tus papis a que no debes hablar con extraños? -Fue acortando más y más la distacia, buscando que ella retrocediera hasta la pared.-

— ¡PAGAME EL MALDITO CELULAR, DEGENERADO Y DEJATE DE COSAS!

Ah, tu eres la niña del celular. Es tu culpa por tenerlo en su trasero. -Sonrió con morbosidad mientras acortaba la distancia, dejando en evidencia su estatura de 1.80- Claro, pero tendrás que hacerme un par de favores~

— Ah mis tetas ...— dijo por fin entendiendo, pero su pregunta la dejó petrificada — ¿Qué? ¡OYEME, ME DEBES UN CELULAR, VAGO!

Tus tetas. -Hizo aquel gesto obsceno a su mismo, simulando tocar de arriba a bajo sus pechos.- ¿Eres virgen?

— ¿Ma-qué?