— Es que esa vez tú... Es que yo estaba...es que estábamos... ¡Ay, no importa! No fue la gran cosa, solo fue chistoso.—

Se había mantenido sonriente hacía él hasta que recibió aquel comentario. Si el sonrojo se le estaba pasando, en ese momento se acentuó.

— ¡¿Que?! Yo... ¡No cómo crees! No era nada sucio...ay por favor, no pienses que soy tan cochina. —

Se puso ambas manos sobre el rostro para cubrirse y esperar a que su piel por fin tomara su color habitual.

—Hmmm... Deberás ayudarme a recordar cuál fue. Te caes tantas veces que podría ser cualquiera día.

Se volvió a ella, sonriendo divertido y seguido dió golpecitos con el codo al brazo de la rubia.

—Te has vuelto a poner roja, ¿Te sorprendí pensando algo extraño, verdad? Descuida, es parte de crecer y lo dejarás de hacer.

— ¿Qué? — su cuerpo reaccionó con un notorio espasmo al verse sorprendida e inmediatamente se puso roja — Yo .. ah... ¡Jajajaja! ... Me estaba acordando de una caída que tuve cuando estábamos pequeños y me dijo vergüenza. —

Total mentira, se había visto pensando en él y haciéndose escenarios diversos en mente.

—¿A qué fantaseas? Podría tirarte una bola de papel y ni cuenta te darías.

El moreno se hizo a su lado, viendo sí podía notar algo que se le escapaba de la vista.