-A medida que el misterioso joven explica dichos enfoques, Sapphire quedó pensativa y muy sumida en las posibles respuestas a dichas preguntas.-

—No, todo eso está mal. Para empezar¿Porqué habría de matar a otro hombre, sólo por pertenecer a otro país. ¡Eso es injusto! Y también... -La sorpresa le asaltó, alzando su vista al galante hombre.-
—¿De verdad me ayudarás? Pero... ¿Que puedo...darte a cambio? Sólo tengo... Mi muñeca... Es lo mas apreciado que puedo brindarle...

-Sapphire no miente en ese aspecto, literalmente le entregó una pequeña muñeca de tela bastante bonita y con un vestido con encajes, brindándole aquello cómo un único pago.-