—Tenemos opiniones muy diferentes del bien y el mal.— Este no entendió a que se refería con "tutriz". Por lo que optó por algo más simple, se reincorporaría y haría sonar su muñeca y sus puños al cerrarlos. —Cuando la tengas delante señálala y di "A ella". Entonces yo saldré y la eliminaré.— No iba a cuestionar que era lo que hacía esa persona o los motivos, un pacto era un pacto y él es alguien que los cumple sin importar que.
—Si, te hace malo. Si ellos no han hecho nada malo, no tienes derecho a matarlos, a no ser que ellos sean los malos... -Comentó en una especie de paradoja, alzando sus cejas y desviando su mirada hacia arriba en un gesto de reflexión. Fue entonces que el joven volvió a raptar la imaginación de la excéntrica niña.-
—A mi tutriz... -Respondió con rapidez, volviendo a fijar su vista en el muchacho.- —Sé que es una puta, se mete en la oficina del director y luego se desnuda, hacen cosas que no comprendo pero sé que hace eso para no dejarme salir y tampoco que esté lejos de ella. Los adultos son muy raros.
¿Y esa persona está permitida que esté con vida? Yo mato a los errantes porque son existencias que mi amo detesta. No han cometido ningún crimen, ni han hecho algo. Simplemente existen. ¿Eso me hace malo?
-Juzgó con la mirada la muñeca, pero este llevaría la mano izquierda a tomarla, al hacerlo desaparecería y en su dedo anular aparecería un anillo, con los colores de los ojos de la chica, y una gema que dentro encerraba a la muñeca que había tomado.-
-A medida que el misterioso joven explica dichos enfoques, Sapphire quedó pensativa y muy sumida en las posibles respuestas a dichas preguntas.-
—No, todo eso está mal. Para empezar¿Porqué habría de matar a otro hombre, sólo por pertenecer a otro país. ¡Eso es injusto! Y también... -La sorpresa le asaltó, alzando su vista al galante hombre.- —¿De verdad me ayudarás? Pero... ¿Que puedo...darte a cambio? Sólo tengo... Mi muñeca... Es lo mas apreciado que puedo brindarle...
-Sapphire no miente en ese aspecto, literalmente le entregó una pequeña muñeca de tela bastante bonita y con un vestido con encajes, brindándole aquello cómo un único pago.-
—Los errantes son... Es difícil y complicado de explicar, simplemente son seres que ocasionan caos en el balance. ¿Gente mala? No existe el bien y el mal, solo un montón de decisiones. ¿Acaso un niño que roba es malo por robar comida para sobrevivir? ¿O el soldado es bueno por matar a una persona que no es de su nación? Si quieres mi ayuda tendrás que ofrecerme algo, tendrás que mostrarme tu valía para mi propósito.
—¿Errantes? ¿Significa que son personas malas? ¿Podrías ayudarme si es el caso? Hay gente mala que siempre quiere hacer el mal a dónde sea que vayan... -La excéntrica niña fija su vista en el misterioso pero galante joven.-
—¿Asesino? No, si elimino a los errantes, pero solo a ellos.— Se acomoda los cabellos hacia atrás pero su cabello no planeaba seguir esa orden retomando su puesto anterior.
—Errante no, pero si una futura asesina... -Sapphire respondió tan pronto como su mente le permite después de entrar a un sitio alejado de todos, su cándida vista se enfoca en el misterioso hombre sin temerle o sin sentir la mínima sensación de incomodidad.-
—¿Eres un asesino? -Preguntó cuán curiosa por la vida y enmedio de un infierno que aún no logra comprender.-
