- Con un golpe certero de su cetro, aquel hilo se fue convirtiendo en densas espinas oscuras que no dudaron en arremeter contra el humano, enredando y lastimando su cuerpo con cortes limpios. -
Sigues oliendo a bestia... es desagradable.
- Con la aguja que yacía en el tope de su cetro, pico el pecho del humano, una pequeña maldición sería impuesto en el humano. -
Ya que quieres hablar hablemos... ahhh pero me pregunto ¿cuanto podrás soportar? A fin de cuentas eres solo un débil humano sin magia. ¿Será que puedes contra la maldición que acabo de poner sobre ti?