Uhmmm .. eres un ser muy extraño. Yo un ser más grande que los siete grandes? Es algo que dudo ya que incluso mi abuela es más fuerte que yo. Pero veamos... Que tendría que hacer para ayudarte?

Heh. La magia de Ashengrotto es poderosa, no hay lugar a dudas de ello... Pero tú eres un caso especial y poco usual. Muchos apuntan y están de acuerdo de que serás capaz de superar en poder incluso a los mismísimos Fundadores, incluida a Ama Maléfica. - Declaró con los ojos muy abiertos, extrayendo desde debajo de su chaqueta un tentáculo, el cual sostenía una bola de cristal. En ella, se podía ver claramente las imágenes de una aparente profecía, en donde Malleus Draconia estaba por encima de todo ser mágico y ante él, se postraban a sus pies a darle benevolencia y honor, como el futuro Rey del Valle de Espinas y sucesor de Maléfica. - Por eso, quiero que me bendigas con ese gran poder que posees. Pagaré lo que sea....

- Frunció el ceño al escuchar que había robado cosas de la bruja de los mares. -

En realidad es Ashengrotto el que hace ese tipo de pactos por medio de un contrato, ¿por que venir a mi si puedes ir con él? Ademas...

- Había algo que no le daba buena espina. -

No creo poder hacer tal cosa, ya que tengo prohibido usar mi magia de manera irresponsable, Lilia jamás me lo perdonaría. ¿Para que quieres mi poder mágico? No te contradices un poco pidiendo magia para dar magia ilimitada?

He escuchado que hace unos siglos, eras capaz de transferir poder mágico a todo aquel que lo solicitase ante tu presencia, siempre y cuando recibieras algo de valor a cambio de ello. Como veras, al apartarme de los dominios de mi ex-ama y señora, he perdido toda capacidad de hacer magia y apenas cuento con ciertos conjuros y pociones en frascos de cristal que logré robar de la Guarida de la Bruja del Mar. - Le respondió el cecaelia sin apartar su mirada del pelinegro, teniendo una actitud serena ante su presencia. - Así como solías hacerlo antes, no creo que haya problemas en que puedas hacerlo de nuevo, pero conmigo. Te daré lo que sea que me pidas, a cambio de poder mágico ilimitado.

La bruja de los mares... es una de las integrantes de los siete grandes magos de Twisted Wonderland. ¿Quien no conocería la historia de tan maravillosa dama? Sé su historia y sus grandes hazañas, pero no tuve el honor de poder verla.

- Se cruzó de brazos mientras pensaba cuales serían las verdaderas intenciones del extraño. -

¿Que clase de ayuda es la que requieres?

He venido ante tu presencia a solicitarte tu ayuda. En todos los Siete Mares se sabe del inmenso poder que posees, digno de un descendiente de un linaje de magos de renombre como del que provienes. - Respondió el cecaelia, acercándose más a Malleus con una amplia sonrisa lisonjera, ya que eran claras sus intenciones de ganarse la confianza del hada dragón a toda costa, con tal de alcanzar sus objetivos para nada puros. - Como te había dicho antes, solía ser un sirviente. Y no cualquier sirviente: Sino el ayudante personal y fiel de la Bruja del Mar, Úrsula...Supongo que debes conocerla muy bien.

¿Un sirviente? Es la primera vez que escucho algo así, pero tampoco tengo motivo para dudar de tus palabras. Dime... que te trae al dormitorio de Diasomnia?

Un humilde y vil traidor...O así me hacen llamar los que solían ser mis camaradas en las labores de la oscuridad, fieles sirvientes de los Fundadores del instituto en el cual estudias. - Respondió el cecaelia llevando sus manos a los bolsillos, soltando un largo y profundo bostezo y tallando uno de sus ojos, debido al cansancio.

Y tu ¿quien eres? Nunca te había visto por aqui

El sucesor de la Ama Maléfica...Al fin nos encontramos.