MakiseKurisu

| Deambular por las calles de aquella ciudad sería para cualquier persona una buena distracción, si basas todos los días, o todos los días de visita que le dedicas a aquel viaje y no vas por allí a conocer lo que hay en lo rincones se podría decir que estar perdiendo tu tiempo. Considerando esto como una premisa el Dokuganryu de Oshuu abandonaría su estancia en un hotel lujoso solo para distraer la mente y ver qué de interesante conseguía en sus andanzas.

De gran altura, cuerpo esbelto pero fornido, cabella salvaje lacea, y un parche en su ojo derecho oculto bajo el flequillo de desastre de cabello que sostenía, iría aquel sujeto, aquel Dragón con sus jeans oscuros, una camisa manga larga blanca y unos tenis negros con blancos que le iban a la perfección con aquel estilo occidental –para nada a lo que él acostumbraba usar-, distraído con alguna que otra persona y con la sospecha de que estaba perdido lanzaría su mirada fulminante e irritada hacia cualquier esquina, esperando tal vez encontrar distracción. –Tsk, este lugar no es como yo lo imaginaba. . . –se dijo así mismo a la vez en que se detenía frente a un alto edificio, de ventanas oscuras con imponente estructura. Entrando al lugar escucharía un conjunto de voces coléricas y frías, y muy animadas, sintiendo curiosidad se movería hacia allá para ver de qué se trataba, cuando llega y se percata había llegado a una conferencia, en la puerta a brazos cruzados quedaría escuchando lo que aquella mujer en el estrado decía. |