Pestañea varias veces, intentando despertar por completo. Aún se encontraba muy somnolienta, además la luz de la lámpara le molestaba un poco. Cuando escucho la voz del castaño, volteó a verlo. — ¿E-Eh? Si...No pasa...Nada...— Rió con nerviosismo, mientras nuevamente llevaba su mirada hacia sus apuntes. Tenia que estudiar, sino podría reprobar. Ya no podía quedarse dormida, aún no podía creer que lo hubiera hecho, se lo espera de Taichi, pero no de ella. {??}

- Veamos.. Esto debe ir aquí y por lo tanto nos debe dar.. No, sigue siendo incorrecto.

Murmuraba mientras pasaba el borrador sobre sus apuntes una y otra vez sin lograr dar con la respuesta acertada al problema que se encontraba resolviendo en aquel momento. "Si tan sólo esto fuera tan fácil como jugar futbol" se lamentaba para sus adentros y cuando estuvo por retomar la sesión se vio interrumpido, o mejor dicho, asustado por la repentina reacción de la castaña, a quien enseguida volteó a ver totalmente confundido. El líder estuvo a unos centímetros de caer de la silla en la que se encontraba sentado, con un divertido gesto de aturdimiento y una pequeña gota que resbalaba por su sien.

- ¿M-Mimi-san?.. ¿Te encuentras bien? - Pregunto con cierta duda pues no sabía si su amiga continuaba aún en el mundo de los sueños o si en definitiva ya había reaccionado.

Había evitado a todo costa quedarse dormida, pero su esfuerzo fue en vano ya que termino de todas formas en los brazos de morfeo. No es que fuera una estudiante de bajas calificaciones, sino más una estudiante promedio, así que realmente necesitaba estudiar pero anoche se había quedado hasta muy tarde viendo televisión. Ahora pagaba las consecuencias.

Al sentir un pequeño peso en su espalda, despertó levantándose rápidamente, algo desorientada. Volteó a ver al castaño con mucha vergüenza. — Y-Yo...¡No estaba durmiendo! — Exclamó sin darse cuenta que ya había sido descubierta y que además la baba que tenia en sus labios la delataba. Se golpeó mentalmente. ¿Por qué tenia que haberse quedado dormida? ¿Por qué no era más aplicada? Deseaba tener en estos momentos el cerebro de Joe-senpai. (?)

Haciendo una leve mueca, el castaño miraba repetidas veces aquella lección de su libro de texto sin lograr comprenderla por completo. Llevó entonces una de sus manos tras su nuca rascando su cabeza con cierta desesperación. Soltó un profundo suspiro a modo de rendición, aún así le quedaba la esperanza de que su compañera si hubiese comprendido el tema. Justo cuando estuvo apunto de preguntarle escuchó que esta pronunciaba algo.

- ¿Eh, comida?... - Confundido volteó sólo para encontrarse con su amiga hundida en un profundo sueño.

- Ah, vamos Mimi-san no me dejes luchando sólo, mira que dormir en un momento como este.

Reprochó en voz baja, sin embargo lo hizo más para sí mismo que para la contraria. Se detuvo a contemplar el rostro durmiente de la chica mientras una sonrisa se dibujaba sobre su rostro.

- Cielos princesa, ¿qué haré yo contigo? - Rió por lo bajo y se quitó la chaqueta para poder cubrir a la bella durmiente con esta.