Mi querido Tsurumaru claro que no me olvidaría de ti. —Palmeo ligeramente sus cabellos y asintio— Mucha carne y extra de helado... Lo tengo lo tengo. —Le guiño un ojo, bajo sus manos de su cabello a su mejilla pellizcandola con ternura. —
—Una enorme sonrisa apareció en el rostro de Raiko cuando escucho aceptar su oferta, estaba feliz ya que era la primera vez que la pelirroja aceptaba comer su comida. — No te arrepentirás... Se que te gustara, también haré postre estrudel de manzana con helado de vainilla. —Alzó sus cejas de arriba hacia abajo en complicidad. — También te guardaré un poco.
Vale entonces... Estofado será. —Asintió la pelimorada caminando a la cocina alistando el resto de ingredientes que le hacían falta para preparar el platillo. — ¿Te molesta el picante? —Habló desde la cocina sosteniendo el botecito de picante. —
[code].........Esta bien, para que veas que no solo pienso en maldad y esas cosas, te acepto el estofado pero solo lo hago por mera educación. [/code] - Realmente no dirá sus verdaderos motivos, pero no es tan mala pero tampoco tan buena. -
Hehe... Bueno es lo que una madre amorosa haría, cocinar por sus hijos y las personas que quiere. Si gustas podría dejarte un plato de estofado cuando lo termine.
[~El rubio lleva su mano derecha al menton para pensar mejor y aquella opción le parece mejor, camino unos pasos a ella extendiendo su mano izquierda sobre la nuca ajena, vio sus ojos directamente acompañado de una sutil sonrisa para ella]
