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TMs1583262 · 100+, M
Esa entonación tan particular hacia vibrar su espalda, en tranquilidad y problemas masculinos. El aroma de Raiko era en obvio uno muy especial, desde su primer encuentro había tenido demasiadas posibilidades para poder recorrer su esencia desde su olfato, tantas que ya para ese entonces era una fragancia distintiva de las demás, con un aspecto mucho más personal. Cuando se trataba de esa mujer, ella no frenaba en sus gustos del acoso sobre sus sensaciones; y esto sucedía por continuidad. Siempre que se acercaba, lo hacía, y ello le llevo a una adicción que poco a poco, en su mente, recubría una fractura que simplemente no desaparecería. Destelló su gusto, cosa que le hizo cerrar sus ojos envuelto por sensibles caricias. Se dejo sentir. —No… No quiero… —Una respuesta entre suspiros cálidos. —Pero, Raiko, tampoco puedo perderte.
MR1558333 · F
—Shhh.— Lo envolvió también con sus brazos, rodeandolo específicamente por los hombros con el cuidado que sólo una madre podría ofrecer, y aprovechando que Tibor estaba reposando el rostro contra sus pechos, inclinó la cabeza lo suficiente para alcanzarle la frente, ahí aplastó sus labios en un ligero beso, culminado aquello, se acercó a su oído. —Tranquilizate, deja que mamá te ''mime'', Magus-san.— Su tono varió entre cariñoso, seductor, y finalizó la frase con un acentuado susurro. —Debes descansar, no fui la única que se esforzó hoy, cariño. Si te fuerzas estaré muy preocupada, y lloraré. ¿No quieres eso verdad?
TMs1583262 · 100+, M
Negarse a aquella invitación era imposible; desde el apego que perdió en su infancia, hasta el encuentro de uno nuevo, por supuesto correría la suerte de comenzar una inclinación más dependiente de una mujer como ella. Acarició su propio brazo en efecto de su duda, cosa que cedió a un abrazo continuo, apegado, donde su rostro pego directo entre su pecho, dejándose a sus manos; esto le traía recuerdos. —¿Qué tal si no estamos viendo la imagen completa? —Se dudaba, con toda esta demencia sin sentido, y una mirada seria del hombre. —Tienes que cuidarte. No puedo seguir sin ti.
MR1558333 · F
—Acércate, Magus-san.— Cambió de pose, estiró los brazos, y le hizo un ademán alentándolo a acercarse, quería hacerle sentir el calor de su cuerpo; reconfortarlo para que no se preocupara tanto. —Está bien.—Una sonrisa cálida apareció a pesar de su cansancio. —No hay nada de que preocuparse, mamá puede con todo eso y más.—

TMs1583262 · 100+, M
—Descansa, Raiko, hoy luchaste demasiado... —Había un pequeño tono de preocupación en su habla.

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