Debiste decírmelo...por ella lo habría aceptado, pero decir que la mantendrías aquí sin razón alguna, no fue sensato -Estaba por seguir discutiendo cuando los labios ajenos de unieron a los suyos, apoyo ambas manos en el pecho del varón dispuesta alejarlo, idea que abandono casi de inmediato, lo odiaba, estaba furiosa con el, pero también le había amado mucho como para olvidarse de aquel sentimiento sin más, correspondío al beso, son suavidad deteniéndose para hablar, sin apartar sus labios de él-No en gusta seguir órdenes, pero la quiero conmigo... -Murmuro para el antes de besarle nuevamente-

—Tengo mis razones para confinar la. . . en estos momentos no deseo que nadie de mi clan se entere que tengo una hija, si eso pasa la voz se correrá y llegara a oídos de alguien que te aseguro no querrás se entere, si eso pasa, no solo ella estará muerta, lo estaré yo y es posible que tu también — Esas plabaras bien interpretadas solo significaban que lo que el ancestro buscaba era proteger a su hija y a ella. Pero Caín era un hombre que no le gustaba le cuestionasen, estaba acostumbrada a que acataran sus ordenes sin rechistar, así fuera su mujer o incluso su propia hija. —Si obedeces, te aseguro que no la alejaré de ti— Se aproximo a la fémina hasta acorta la distancia entre ambos y pudiese tomar aquel afilado mentón, cuando lo hizo no dudo en acercar su rostro al de ella para dejar un corto beso sobre aquellos carnosos labios.

Esa no fue una razón válida para apartarla de mi, debiste dejar que se quedará conmigo, yo no la habría escondido de ti Se quedó en silencio, pero fijó su mirada en el no parecía una condición imposible y no lo seria si no fuera por el rencor que en este momento guardaba por el mayor ¿En verdad usarás a mi hija para que vuelva? -Apreto los puños molesta no deseaba estar encerrada y tampoco quería ese futuro para su hija, pero negarse solo la alejaría más de ella- Lo haré, pero si vuelves alejarla de mi, te arrancaré los ojos con las manos

—No la hubiese alejado de ti si no hubieses sido una mujer testaruda. Solo debiste aceptar venir conmigo a Rumania, pero te negaste— Ella se había negado porque entregar a su hija era confinarla en el castillo donde el ancestro habitaba, aun cuando él tenia fuertes razones para hacerlo. —Mis condiciones son simples, podrás estar con ella solo si aceptas volver conmigo —

¿Que condiciones? -Estaba más que furiosa, si no tuviera nada en riesgo hubiese saltado sobre de él, pero había mucho en juego, y
A había pasado demasiado tiempo lejos de su hija como para perder más No debiste alejarla de mi...

—Es algo que tenia contemplado, después de todo eres la madre de esa pequeña , pero no la elejaras de mi. Si quieres estar con ella sera bajo mis condiciones, cariño —