[code]Cerraba la puerta de su apartamento y se recargaba sobre la misma, mientras suspiraba profundamente y llevaba ambas manos a su pecho, sintiendo como éste nuevamente estaba acelerado.-
[c=#2D8056][code]-Pensó que estabas por irte, pero justo en el momento en que realizaste aquella elegante vuelta a manera de retroceso para poder tomar su mano de manera tan suave, sus esmeraldas se abrieron en plenitud con cierta incredulidad cuando dejaste un beso sobre su suave piel, su rostro enrojeció casi por completo, incluso sentía sus oídos con cierta temperatura elevada. Ningún joven antes había tenido un gesto así con ella, tan caballeroso y a la vez tan anticuadamente romántico, definitivamente el era el principe Endymion reencarnado en aquel inteligente e ilustrado estudiante de Medicina.-
Gracias a ti por estar conmigo y hacerme compañía. . . Por animarme. . . Hasta pronto, Dulces sueños.
-Fue lo único que alcanzó a decir justo cuando el muchacho de cabellera azabache soltó su mano para después despedirse y desaparecer por aquel pasillo, en tanto ella[/code
... de modo que fuera de su parte la mayoría del esfuerzo, sin levantar mucho la mano ajena y yendo él mismo a su encuentro. Un suave contacto, modesto, no muy corto pero tampoco fugaz, brindaron sus labios al dorso de la mano ajena aunque al hacerlo casi podía jurar que la caricia se la daba la piel de la joven a sus labios y no a la inversa. -Gracias por todo, Makoto. Buenas noches, ten un buen descanso y hasta pronto.- Susurró con los ojos cerrados mientras se erguía lentamente hasta su altura completa y dejaba que la mano ajena se deslizara entre sus dedos al dejarle libre. Con una ligera sonrisa, un pequeño calor albergado en sus mejillas y una última inclinación de la cabeza se despidió antes de darse la vuelta y emprender el camino, pues tenía mucho que preparar para el día siguiente con la esperanza de agregar otro par de recuerdos brillantes con ella, tales como el cálido que se llevaba de aquella misma tarde.
En realidad, no podía desviar la mirada de ella por mucho tiempo, solo haciéndolo por un mero rasgo de buena educación para evitar incomodarle, pero sus ojos no dejaban de pasear con cierta curiosidad por los rasgos de su femenino rostro, desde los labios hasta la piel de sus pómulos ocasionalmente bañados en un encantador y saludable rubor. Ladeó la cabeza para ver al exterior por la puerta abierta por ella por un momento, escuchando la despedida ajena con una sonrisa en lo que daba un paso en dirección hacia el umbral. Pero solo un paso logró dar antes de darse la vuelta, con movimientos realmente más calculados que rápidos, con una fluidez carente de agresividad al levantar la mano derecha, que estaba libre, y así dirigirla con firmeza hasta la diestra contraria. Sus dedos rozaron la suave piel de la fémina al envolverla con cierta delicadeza y atraerla hacia sí mismo, en lo que daba un paso hacia atrás con la pierna izquierda e inclinaba su cuerpo en una profunda reverencia...
[code]E-Entonces esperaré tu llamado o tu mensaje, por favor, ve con cuidado a casa. ¿Vale?
-Abrió aquella puerta para el joven, para no entretenerlo más, hacia mucho tiempo que no se sentía así, era una emoción diferente de cuando salía con sus amigas. . . Se preguntaba que podría ser, aún con sus ojos verdosos puestos en ti, que después desviaba, porqué aún le causaba un poco de vergüenza el contacto tan directo, después de todo eras un hombre imponente y con mucha personalidad.-
-Asintió con aprobación ante la propuesta que el elegante joven realizaba, siempre tenías tan buenas ideas y tu elocuencia, así como tu madurez destacaban en todas tus opiniones y acciones. Al notar como ibas caminando hacia la puerta, ella hizo lo propio para quedar a un lado de la misma, siempre manteniendo una gesticulación sonriente, cuando estaba contigo, parecía que no podía estar de otra manera.-
¿Sabes? Es una buena actividad para realizar juntos, Mamoru-san, estoy segura que serás un excelente asistente en la cocina. ¡Nos divertiremos juntos! Ya verás.
-Asintió de manera repetida y afirmativa con la cabeza, mientras alzaba ligeramente sus manos a la altura de su pecho cerrandolas de manera suave, mientras sus labios nuevamente develaban una amplia sonrisa, ello provocaba que sus orbes esmeraldas se entrecerrasen un poco, ello trayendo como consecuencia que su rostro se mirase aún más dulce y cálido.-
...-No podría sentirme cómodo si te pidiera ir a mi hogar y hacer todo el trabajo, Makoto. Quiero cocinar contigo, espero poder ser de ayuda.- Concluyó de expresar su deseo con una sonrisa sincera dedicada a la contraria, sabiendo que podía trabajar sin problemas en un cocina aunque no contara con habilidades siquiera similares al obvio talento de esa joven y delicada guerrera, pero simplemente no estaba en su naturaleza el permitir que se hiciera absolutamente todo por él cuando podía ofrecer una mano en la labor.
Sintió cierto alivio ante la manera en la que ella respondió, no había ningún problema y estaba agradecido por esa forma tan honesta que tenía de actuar. Sostuvo la bolsa de galletas en la mano izquierda y la bajó un poco hasta la altura de su cintura, llevó la derecha a su mentón y pasó el dedo índice de manera distraída por la línea de su quijada mientras pensaba en qué responder. Pero no tardó mucho en decidir, después de todo para él no podría haber otra opción viable. -Lo tengo.- Sonrió y giró para empezar a caminar con calma hacia la puerta de entrada del hogar ajeno, bajando la mano derecha para con gestos en el aire responder sin quitarle la mirada por encima del hombro. -Mejor lleva un par de ingredientes, si necesitas algo especial, en mi departamento tengo una cocina equipada con lo necesario por vivir solo.- Explicó sonriente antes de detenerse a un lado de la puerta principal, a la espera...
[code]- Antes de enterarse que éste tenía una hermosa novia, mayor y refinada, lo cual en su momento causó una decepción. Pero de alguna manera esta vez se sentía diferente, pues tu la habías invitado y ella no había llegado de improvisto.-
¿Entonces debo llevar el postre, cierto? O quizá te gustaría que lo cocinase en tu casa. ¿Qué opinas?
-Fresca y servicial como siempre, ofreció su esfuerzo, quería tener ese detalle contigo, pues le habías hecho sentir muy bien en un momento que se sentía tan sola y triste, no podía hacer menos por ti. Al mismo tiempo sus labios acentuaron una bella curvatura labial, al observarte.-
[code]-Pestañeó ante tu primer comentario, realmente ella no sabía dónde vivías o tu dirección y aunque lo supiese, hubiera sido muy descarado decir algo respecto. Ante tu propuesta, ella no mal pensó en ningún momento, sólo lo veía como un par de amigos que se reunían para charlar después de practicar, así que la respuesta de su parte sería previsible.-
Oh. . . Ya veo, entonces sí, para no hacer tantos rodeos lo mejor será que después de practicar charlemos un rato en tu apartamento. , , Mamoru-san.
-Apenas cuando emitió aquella oración pudo percatarse de la magnitud de las cosas, iría a tu departamento, conocería como vives e incluso algunas cosas personales tuyas, ello hizo en sus mejillas comenzaran a enrojecerse, se sentía tan nerviosa que su corazón palpitaba con mucha fuerza, como si brincase. Ella sólo una vez había estado en el apartamento de un chico y esa vez fue la vez que ayudó a Motoki a limpiar el suyo, cuando gustaba de él (...)[/code]
