Acercándose sigilosamente intentando que su presencia no fuese detectada observaba de detrás de unos arbustos a una chica muy linda que con anterioridad le había salvado la vida y que con el paso del tiempo se había convertido en una de sus mejores y mas queridas amigas, no podía evitar sentirse fascinada con el cuidado y dedicación que le otorgaba a las fresas de un invernadero que pertenecía a su colegio, al estas detrás de la espalda de la castaña emitió un pequeño grito con entusiasmo mientras se le ocurría a su pensar una grandiosa idea.

- ¡Lita! ¡Que te parece si preparamos un pastel de fresas para todas! -