@Nier D Aley: [code] — La menor se dejo llevar hasta la amplitud de la reluciente cocina, claro guiada por el mayor que la trataba como si de una niña se tratase. Al estar en ella observo en silencio y escucho con atención todo lo que el adulto realizaba, no parecía sorprenderse sabia que aquel hombre era algo fuera de lo común.— Bueno, yo no puedo hacer algo así. Pero te aseguro que mi limonada es buena. —Dijo la pequeña mientras caminaba al congelador por los hielos que él le había pedido.— Aquí esta. — Dijo al llevar hacia el mesón los cubitos de hielo que le solicito.—[/code]
-Y dejó que el tiempo transcurriera cual susurro, mientras llevaba de la mano a la pequeña, hacia donde se situaba la acogedora cocina.- Para ello necesitas ingredientes de la más altísima calidad. –Murmuró pensativo estirando sus garras para invocar desde el suelo un pequeño brote, el cual comenzaba a erigirse hacia arriba, enraizándose al suelo, dejando que su moderado tronco se expandiera hasta crear una mata verdosa con frutos verdes.- Este limonero perteneció a mi madre Perséfone, su fruta es jugosa y ambarina, posee un sabor penetrante y adictivo. –Y tomando uno de sus frutos, atrapó su dorado tesoro entre sus garras para dejar caer su elixir brillante en el recipiente de cristal.- Se buena niña y traedme el hielo, voy a prepararte una limonada, que sacará tu alma desde el interior de tu oscuro corazón, Mië Chan.
@Nier D Aley: [code]— La menor termino por dejar en la mano ajena aquel vaso, limitándose a tomar del propio mientras le observaba y al mismo tiempo escuchaba. — Tomare en cuenta lo del agua para la próxima. (?) —Dijo antes de asentar ligeramente con su cabeza, y así proceder a seguirlo. Obedecía como si fuera una niña pequeña [Pero muy obediente] Al llegar a la cocina, la pequeña dejo sobre el mesón el vaso que tenia con ella.— Bueno, estaré muy atenta. — Dijo tras ello una ligera risita escapo de sus labios para así posar una vez más el carmesí de su mirara sobre él. —[/code]
-Extendió sus garras y tomó el cristal con el dorado líquido inmerso en su transparencia, percibió su textura y olfateo su esencia para deleitarse con su frescura.- Con algo de agua hubiera bastado, pero no le puedo decir que no a una limonada preparada por una jovencita tan agradable como tú. –Y bebió de un sorbo, hasta saciar su sed con la última gota de su dulce néctar.- No está mal, seguidme. –Pero Nier era una persona muy impredesible y esperando que la joven Kilgore le siguiera sus pasos, optó por establecerse en la cocina.- Ahora vas a probar una limonada al estilo de Nier sama.~
[code]—Se limito a no pensarlo demasiado, él quería una bebida y eso era lo que ella le iba a ofrecer. La pequeña desprendió su mirada del varón por un par de minutos, y camino hacia lo que parecía ser su cocina, de su nevera tomo una jarra de limonada y la sirvió en dos vasos, a los pocos minutos regreso con ambos vasos en sus manos.— No hay nada más refrescante que una limonada. —Dijo con una cálida sonrisa entre sus labios. Mië no tomaba alcohol así que no podía ofrecerle mucho más, de esa forma le ofreció uno de los vasos estirando su mano hacia él.— Siempre lo estoy. (?) [/code]
Qué puedes ofrecer Mië chan. –Murmuraría bajo un afluente disperso, disfrutando de tu compañía mientras penetraba tus ojos con una mirada furtiva y demandante.- De acuerdo al tributo (bebida) que ofrezcas, serán mis opiniones que percibo de ti. ¿Estáis lista?
[code] — Por su parte la menor no desprendía su mirar de aquel hombre, como si le vigilaran a cada acción que el propiciara.— ¿Un tributo? —Cuestiono, posando su dedo indice sobre su labio inferior; como si lo estuviera pensando. Sin embargo esto duro muy poco, él varón mismo le supo dar a conocer que era lo que deseaba. — Una bebida. ¿Que te gustaría tomar? [/code]
Te sorprenderías de mi percepción, pero... si tanto deseáis saber, deberás ofrecer un tributo. -Expresaría el mayor mientras se acomodaría sobre una silleta cercana, denotando una expresión altiva e inmersa en una pulcritud misteriosa y envolvente.- ¿Qué tal una bebida? Los conjuros mágicos me sientan bien cuando no hay sed de por medio.
