—Siempre lo he sido, cariño~—

Respondió suavemente, con una leve risa escapando de sus labios y suspirando al sentir aquel recorrido de besos que le encantaba, ser mimado así por su cachorro era la gloria.

¿Ahora eres un tierno y mimado gatito?

-Siguió aquél masaje por un poco más de tiempo hasta que suplantó el roce de sus manos por sus delgados labios, besando cada espacio en ésa suave espalda, centímetro a centímetro-

Se relajó al punto de empezar a dormitar, con un suave ronroneo mientras se acomodaba mejor al recostarse contra la orilla, bajando las orejas en paz.

—prrrr~—

—Espera.. Eso es, acuestate aquí..

-Atrajo sus propias prendas para hacer un pequeño nido de manera improvisada, así se aseguraría de que Mael estuviese cómodo y su torso estaría libre de raspones y rasguños por el suelo. Con ambas manos continuó donde se había quedado ejerciendo una leve presión en la espalda baja del minino subiendo hacía el centro con gracia-

—¿Aquí esta bien..?~

-Susurró imprimiendo un beso sobre su espalda antes de seguir tocando con gentileza, era gracioso ver como sus manos querían derivarse hacía abajo pero él mensajeaba con calma-

—¿Masaje? Eso suena bien~—

Le soltó las manos para dejarse acomodar, suspirando y sonriendo mientras apartaba sus cabellos hacia el frente para dejar su espalda libre.
Con la ligera presión, soltó un suspiro antes de cerrar los ojos, relajándose.

—Se siente bien, cachorrito~ Quizá un poco más arriba—

—Hahaha.. es cierto. Ven.. déjame darte un masaje..

Te ayudará~

-Como un cachorro le gustaba los juegos y más si con ellos podía darle cariño a su maestro pero él tenía razón en que debía cuidarlo después de todo ése gasto de energías.. Acercó sus manos a él, hacía la base de su cintura y empezó a masajear a su pareja a fín de traerle alivio-

—Dime donde se siente mejor...

Se había quedado totalmente ajeno mientras disfrutaba que, aunque le tenía a su lado, no se esperó el repentino ataque, abriendo los ojos con sorpresa, removiéndose y riendo, pataleando un poco.

—O-oye! Eso... eso no se hace, cachorro!—

Recriminó, terminando por atrapar sus manos y reír otro poco, mirándolo de reojo.

—Eres un travieso~—

—Maravilloso..

-Suspiró tras sumergirse y emerger con los cabellos mojados, aún se sentía sorprendido de que a su Gatito le gustase el agua y mientras estaba sumergido le jugó una broma apareciendo de golpe salpicando agua y abrazando su cuerpo por atrás haciendo cosquillas a su estomago-

—Hehe.. Tienes las mejores ideas..~

—No me había percatado de tu presencia hasta que quebraste una ramita~—

Admitió suave, pero no fue difícil poner atención y percibir su aroma luego de eso, terminando por reír un poco.
Asintió leve, alejándose apenas para darle espacio y volver a hundir su cuerpo en el agua, al menos hasta el pecho, suspirando relajado.

—¿Qué tal se siente, cachorro?~—

—¿También pudiste sentirme.? ¿Cuanto tardó esta vez.?

-Preguntó con curiosidad ya que esto último aún le parecía muy nuevo, con una leve sonrisa salió de su escondite acercándose a unos pasos hacía la orilla, se agachó e hincó sobre una rodilla para tocar el agua y se sorprendió con lo cálida que estaba-

—Termal... Claro que sí, esperame...~

-Se sentó a un costado retirándose el calzado y también camisa procurando no mojar nada mientras se desvestía, cuando finalmente estuvo en todo su esplendor el moreno avanzó unos pasos hacía el agua sumergiendose poco a poco hasta que el agua ocultó su masculinidad-