—Uy, acabas de ofender mi ego~—

Le apretó una de las mejillas suavemente, riendo apenas con el dulce beso antes de dejarse ir al sueño profundo, a gusto en sus brazos y usando su torso de almohada, escuchándose el leve ronroneo.

—Pero te lo perdonaré por ahora~—

Aún no tuve el deleite de verte en movimiento gatito~ Pero estoy seguro que sabes como destacarte del resto..

-Reclinó su rostro hacía él dando un tierno beso en su nariz descansando juntos de toda aquélla noche apasionada y extensa en que le dejó recuerdos suyos grabados en su cuerpo-

—Sólo digo la verdad~—

Sonriente, terminó por recostarse mejor contra su cuerpo, cerrando los ojos y suspirando relajado, escuchándolo a la par de disfrutar sus caricias.

—¿Sólo como bailo o como me muevo en general?~—

¿Quien está diciendo cosas vergonzosas ahora.? Está bien gatito..

-Deslizó la mano sobre su cadera por encima de ésa manta que los cubría de la cintura para abajo..

-Me gusta como bailas. Maestro..~

Al escucharlo, contuvo la risa por un momento, entre una mezcla de pena y coquetería, mirándolo fijamente.

—Eres una fiera en la cama, cachorrito. Me encantaría, pero mis caderas necesitan descanso o no podré caminar, mucho menos bailar~

-Si... ¿Por qué no?

-Respondió con una fina sonrisa relajado con las caricias sobre su torso, sentirlo trazando su musculatura era agradable y decir ésas cosas, por poco acabó con un rubor también-

-Mientras no pases más abajo la mano o terminaremos como anoche..~

—Harás que me sonroje, adoro que digas esas cosas~—

Musitó feliz, apegado a su cuerpo, acariciándole el pecho descubierto sin pena alguna.

—A mi me encantas tu también, en todo sentido~

También me gusta... me gustas tú.

-Musitaba abrazando al gatito, apegándolo a su torso con ésa final tela que mantenía su masculinidad cubierta a los ojos ajenos-