Luego del ligero choque de copas, bebió un pequeño sorbo del licor, suspirando encantado para seguir con esa velada tan maravillosa, disfrutando la comida y, sobre todo, la compañía.

Cuando terminó de comer cada delicioso platillo, suspiró satisfecho, volviendo a observar el paisaje.

Por muchas noches más...

-Brindó por igual pues ese era también su deseó y si se volvía realidad sería inmensamente felíz, pero se conformó con saber que su regalo habia sido bien recibido, lo sorprendería en otra ocasión solo para tener momentos memorables con el gatito-

Al sentir su mano tocar la propia, bajó la mirada a ese pequeño gesto antes de tomarla por igual, volviendo a mirarlo fijamente, con una leve risa para notar ese ligero rubor imposible de pasar por alto.

—Tan tierno~

Musitó suave, antes de tomar su copa, alzándola de nuevo para un pequeño brindis entre ambos.

—Por esta noche... Por muchas noches más~

Para nada.. es agradable escucharlo de ti. Mael..

-Con calma extendió la diestra la cual no estaba ocupando para maniobrar los cubiertos y la deslizó suavemente sobre el mantel de fina seda buscando la mano ajena para tomarla y así llamar la atención de ése felino-

-No le importaba si lo había dicho más de una vez, era un suceso muy reciente y era normal que creyera que iba a desaparecerse pero... sus palabras eran tan dulces que un pequeño calor se plasmaba en las mejillas del moreno que disimuló un poco desviando la mirada a un costado poniéndose a beber con calma otro sorbo de vino-

Comía con calma, disfrutando cada bocado mientras observaba aquel paisaje y al contrario por momentos, contento y satisfecho con aquel momento hasta que lo escuchó, volviendo a aumentar su sonrisa.
Tomó la servilleta, limpiando con calma sus labios y volviendo a darle la razón.

—Es verdad, era lo que más temía ¿Sabes? No volver a verte. Aunque...seguro te lo he dicho tanto, que ya te ha de sonar repetitivo~

-Pasaba que había deseado invitar al minino a una cena cuando apenas lo empezaba a conocer pero no quería parecer muy ensimoso y entonces tuvo que posponerlo y posponerlo pero finalmente se pudo lograr y estaba más que satisfecho con éso casi que se había esfumado ése sentimiento de tristeza que le inundó durante el dia anterior-

-La comida era un éxito y la vista de la torre Eiffel solo hacia ver más romántico el ambiente entre ellos dos, en la famosa ciudad del amor..

Nuestro reencuentro también debía ser festejando creó yo...

-A decir verdad hace unos días no sabía si podría volver a ver a ése joven, sus obligaciones habían hecho que el arquero se ausente para cumplir con sus deberes dia y noche, pero ahora estaba en un completo éxtasis-

—No te negaré que han sido amables y dulces pero... darme un detalle como este, preparar una cena, traerme a un lugar tan hermoso, eres el primero que tiene ese gesto conmigo~

Realmente no veía necesidad a explicar algo así, aunque no podía evitar serle sincero, más cuando era un detalle que había apreciado tanto desde el primer instante y se notaba en la sonrisa que era imposible de borrar de sus labios.
Al mirar la copa de vino, un pequeño brindis y un trago terminó por dar inicio a la cena, finalmente pudiendo probar un poco de la comida.

—Mnnh!~

Era una delicia justo como esperó, incluso sintió ese ligero cosquilleo en sus mejillas que le dejó encantado.

Porque yo creía que siendo una persona maravillosa estarías acostumbrado a estos tratos..

-Admitió dirigiendo su profunda mirada azabache hacía él siendo muy honesto y quizás directo pero le nacía decir cosas así cuando estaban juntos. Ahora que ambos estaban en la mesa podían mirar al otro sin problemas, se alegró cuando dijo que tenía buen apetito éso significaba que no se perdería de probar ninguna de ésas preparaciones-

Créeme es especial en verdad..

-Añadió y después de servir un poco de vino en cada copa tomó la suya entre sus dedos y después chocar suavemente copas con ese elegante joven bebió un sorbo pequeño para luego retirar la campana, siendo honesto estaba un poco hambriento por lo que el primer bocado fue abundante-

—¿Por qué? Es la verdad~

Musitaba divertido, antes de que su mirada fuera a buscar por más lugares, sorprendido que aquella fuera la única mesa presente para ellos, observando al moreno sin cuestionar, era un pequeño detalle que quizá saldría con la charla.

—Sabes que tengo un apetito excelente, eso no será un problema~

Respondió con gracia, observando entonces las distintas charolillas en aquel carrito, nuevamente con sorpresa pero encantado, terminando por esperarle a tomar asiento también antes de quitar la campana de su plato, observando la comida.

—Se ve exquisito, no dudo que también lo sea el sabor~

Hahaha me es difícil de creer.. enserio.

-Suponía que ya estaría mas que acostumbrado a ello o al menos al principio creyó. Poco a poco cuando el joven empezó a ver un poco más el sitio descubrió que no había más mesas, solo la de ellos dos porque aquéllo no era un restaurante, se veía como uno pero solo era una mesa decorada en un sitio especial, el resto era obra suya.

Se reafirmó pues.. cuando menos se dio cuenta el azabache llegó empujando un carrito con la cena para ambos con una alegre sonrisa-

Ojalá tengas buen apetito porqué hay más que suficiente..

-Dejó entonces en primer plato frente a él completamente cubierto para mantener el calor. Como era algo que a ambos les atraía no podían faltar los mariscos y las pastas, aunque el moreno comenzó por abrir una botella de vino, esta vez una sola para no embriagar a nadie-