—No te equivoques Mael, te estoy dando mi ayuda no porque seas mi hermano, estoy tomando esta oportunidad para mi propio beneficio, además tener algo de ayuda de alguien más no esta mal, aprovechar las oportunidades tampoco lo es— De algún modo deseaba ayudarlo.
—Te lo agradezco, en verdad... Pero sabes que mis negocios no me gusta involucrarlos con la familia, Viktor. Lo que menos deseo es tener que recurrir a algún préstamo.
Era orgulloso en cuanto a negocios se trataba, en especial cuando veía su esfuerzo empezar a decaer, frunciendo el entrecejo al momento de ver los papeles de nuevo.
—Esto debe tener una explicación, no es posible que de un momento a otro...
—Si requieres de ayuda , sabes que puedes contar conmigo. También soy un hombre de negocios, no por nada tengo bajo mi control una de las empresas más grandes y famosas del país.— Aunque también cómo prestamista es reconocido por ser un desgraciado, una imagen que intenta cambiar.
