¡Malika! -Dijo, pues odiaba los apodos, y no dijo más, sólo se quedó allí, peinando con sus dedos su flequillo después de tanto alboroto, sentía que le ardía la frente.-
— Siempre puede ser más interesante, pequeña chica de sonrisa engañosa. — No se tomó el tiempo de preguntar su nombre, pues en su mente ella aún no era relevante. — Nos veremos pronto. —
-Se mordía el labio inferior para no explotar, su seguridad le enfermaba, pero, ¿tenía razón? Seguramente.- B-Bueno. . Gracias por el dato, Sangwoo. . Pero hablas como si mi día a día fuera como lamer un clavo. . ¡No es nada aburrido! Te lo aseguro.
— Espero que seas más interesante, de lo contrario tu vida será más corta que la mía, pues la gente como tú es como ganado dirigido al rastro, mueren para complacer a otros por culpa de su inocencia. — Y aún cuando el coreano parecía ser cruel con sus palabras, de forma confianzuda le alborotó el fleco que cubría su frente. — Gánate mi interés, demuéstrame que vales mi atención, y podrás tener días mejores a los que tienes. —
-Arrugó su nariz con desagrado, parecía ser que sus intentos por ganárselo serian en vano, pero igual no caería en provocaciones, cambiando aquella molestia al instante con una sonrisa genuina.- O-Oh vamos. . Creo que tu ojo no le ha atinado. . Heh. .
— ¿Fé? Entonces mi preocupación es cierta, no es alguien que juegue a la buena persona, en realidad eres inocente e idiota, la peor combinación posible. —
-Ya en este punto realmente se cuestionaba a si misma, ¿realmente daba aquella vibra? Le preocupaba, quizás estaba pasando demasiado tiempo fuera.- ¡T-También puede ser que le tenga fe a las personas!
— Tanta confianza en tus palabras, demuestran tu inocencia, ignorancia o práctica al mentir, sin duda puedes ser más peligrosa de lo que aparentas. — Desconfiado siempre por él mismo ser así, sólo disfrutó de haber dejado enrojecida la frente ajena.
