Volvió a reírse entonces, no podía evitarlo ante cada pequeño gesto que la pelirrosa le mostraba. Asintió entonces, cuan plan llegara a su cabeza.

━ Si tú serás la villana, yo deberé detenerte. ~

Comenzó a negar insistente con la cabeza, riéndose finalizando con un beso al aire. La adoraba, con esas ocurrencias y el entusiasmo compartido.

— No seas así, queriendo imponerte sobre mi. Déjame ser la villana una vez...~

━ Bueno, serás tú quién lo haga, eso lo vuelve atractivo.

Finalmente la puede ver de regreso, dedicándole una sonrisa nueva. Conoce esa expresión perfectamente, parecía algo que harán alguna vez.

━ Quisiera que lo intentes. Quizá al final se inviertan los papeles y termines sometida por la prisionera. ~

— ¿Te gusta? Eso es algo que diría yo.

Dejó la mano quieta sobre su cabeza, con una mirada acaramelada hacia Meiko. Era evidente que a Juno le había gustado bastante esa respuesta.

— Aprisionada, si. Desde que te conozco eres rebelde, difícil de dominar. Tal vez asi pueda...~

━ ¿Oh?

Soltó una risa tenue, ahora volvería a verle pero, sin la necesidad de moverse. Se sentía bien, el hablar de esa forma tan pacífica con Juno.

━ Suena a que me tendrás aprisionada. Me gusta. ~

— Eso se escucha amenazante.~

Murmura Juno riendo en voz baja. Las confesiones que le estaba haciendo le provocaban una agradable sensación. Podían ser honestas la una con la otra.

— Incluso si eres mala no dejaré que te vayas.

Las caricias sentidas extienden su comodidad, en ese momento no había un lugar donde quisiera estar que no fuera junto a la menor. Sin darse cuenta, ya estaría sonriendo.

━ Podría ser mala cuando menos lo esperes.

Asiente por reflejo, pero no está de acuerdo. Guiando las caricias relajantes por detrás de la cabeza de Meiko, la chica continúa hablando con cierto todo cálido.

— Sabes que no eres algo así. ¿Gruñóna y temperamental? B-bueno si...pero no mala.

━ Shh...

Aunque es un hecho que le encanta escuchar la voz ajena. Cerró los ojos después, era sencillo admitir que para Meiko, ese sitio resultaba uno de sus favoritos.
Bueno, en general, si Juno estaba presente, lo volvía especial.

━ Yo soy el mal encarnado, Juno, no puedo dar ternura.

— Linda. ~

Expresa susurrante, acariciándole la frente al verla en esa posición ideal para mimos.
Cuánta calma en una mujer que insultaba varias veces al día, pensó la pelirrosa riéndose sola.

— Eres una ternura, Meiko. ♡