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¿Con cuántos fantasmas vives?
 
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HOs1565111 · F
— Cuando yo era joven, todo rey en Asgard tenía a un gran ejecutor. No solo con el fin de ejecutar personas, también para ejecutar su visión... pero más para ejecutar personas. Aún así, era un gran honor.

Yo fui la ejecutora de Odín, y juntos derramamos ríos de sangre y lágrimas por los nueve reinos; construimos el palacio de Asgard con cada victoria y no hay palacio que se le compare. Sé reconocer cuando alguien tiene potencial y tú lo tienes. Serías un gran ejecutor. ¿Qué ambiciones tienes? —

Elevó el tarro, correspondiendo al breve brindis. — Sköll —

HOs1565111 · F
Hela ladeó muy apenas el rostro y le observó a detalle. Parecía incrédula a sus palabras, mas la tranquilidad en la que el hombre rebosaba parecía no ser falsa, no del todo. Con anterioridad, ni bien daba un paso en territorio enemigo, ella y el ejército asgardiano se veían “amenazados”, censurados al habla — que más que una negociación, era un discurso de conquista— por lo que la confianza con la que el mutante se dirigía era, simplemente, digna de descolocarla.

— Magneto — Aceptó el tarro por mera cordialidad. Cuando su atención se plantaba en un punto fijo, prefería manejarse sin violencia.

— No hace falta que venga escoltada cuando mis manos se han encargado de destruir ejércitos. ¿Acaso crees que la diosa de la muerte le temería a un mortal? — Movió el tarro con suavidad, provocando que el líquido en su interior se meciera como la marea incitada a ser un tsunami.

[...]
M1577915 · M
– Porque te guste o no, estás en mi casa y estás siendo malcriada. No veo la forma en la que puedas vencerme, porque según veo, vienes sola. Y yo no soy un simple humano. Soy una raza superior.

El semblante del mutante no cambiaba, no se alteraba a pesar de que prácticamente una guerra podía estallar en ese momento.

– Soy un mutante. Y como yo lo veo, puedo ser tu peor enemigo o tu mejor aliado. Tú decides. Así que, ¿salud? –sonrió, alzando su tarro de cerveza hacia ella.
M1577915 · M
¿Había tocado fibras sensibles? De más que sí. Había visto toda la gama de colores apropiarse del rostro porcelánico de aquella que se autoproclamaba deidad antes de llegar a uno rojizo. Sonrió malicioso, como si hubiera hecho una gracia. Sentía la energía oscura que irradiaba ese ser tan bello como iracundo, mas no se sentía amenazado.

Ventaja tenía el que se adueñaba de la información primero. No era un ser indefenso, absolutamente. Todo lo contrario; la hija de Odín estaba frente a uno de los mutantes más poderosos del universo. Y de este encuentro del destino podrían ambos salir muy beneficiados, o uno de ellos se iría a otra dimensión. ¿Quién de los dos sería?

Le acercó un trago a la mujer y se quedó en silencio unos segundos, meditativo y a la vez un tanto divertido.



– Yo soy Magneto, Maestro del Magnetismo y te sugiero que te tranquilices.
HOs1565111 · F
— ¿Has escuchado de Thor pero no de mí? — ¡Qué inaudito! ¿Cómo era posible que el nombre de su estúpido hermano menor corriera libremente por el resto de los reinos? Thor había crecido bajo el bondadoso manto del Padre de todo. Jamás conoció su lado bélico, así que, ¿cómo podía ser candidato a regir Asgard y “cuidar” del resto del universo? La lluvia de ideas le revolvió el estómago, pero supo disimularlo bien, pues gracias al hombre, comenzaba a irritarse.

— Podría deshacerme de ti en este preciso instante dada tu altanería, pero al mismo tiempo descifro en ti lo que Odín vio en mí: instinto de supervivencia. Así que lo diré una vez más. Háblame de ti. — Poco y nada le interesaba despejarle las dudas; sus propias peticiones eran prioridad.
M1577915 · M
"La historia suele ser narrada por el lado de los héroes", rodó sus ojos azulados, alzando ambas cejas a su vez. ¿De dónde le sonaba aquello tan familiar? Necesitó otro sorbo con urgencia antes de ordenar a lo lejos dos tragos más; uno para él, otro para su peculiar compañía.

— ¿Quieres decir que eres hermana de Thor? —cada vez su interés se volvía más genuino, o mejor dicho, su curiosidad. Necesitaba comprender, y de a poco los hilos de su identidad y sus intenciones iban tomando forma en su cabeza.

Soltó una risa atronadora.

— Si me estás preguntando quién soy, ¿debo tomarlo como que es una coincidencia que entre tantos <mortales> justamente te toparas conmigo? ¿Es en serio? ¿O alguien que me quiere ver muerto te mandó hacia mí?—riendo de incredulidad, se señaló a sí mismo con dos manos a la altura de su pecho, viendo de reojo a uno de los meseros dirigirse a su mesa con dos tarros, ofreciéndole uno a cada uno.
HOs1565111 · F
— ¿Perdón? —

Odín había maquillado su historia al grado de que ni en Asgard ni en ningún otro reino recordasen su existencia. Un suspiro lóbrego abandonó los labios de Hela, mas pronto fue reemplazado por paciencia fingida. Como “buena” regente, debía mostrarse serena ante cualquier situación — a pesar de que en su interior ya cosquilleaban las ganas por destruir todo a su paso —.

No obstante, lo que terminó por darle un semblante que oscilaba entre la sorpresa y el interés fue el factor común: aniquilar a los seres inferiores. ¿Quién era ese mortal y por qué no se oponía a sus ideales?

— La historia suele ser narrada por el lado de los héroes, Odín en este caso. Su falso pacifismo lo llevó a ocultar su verdadera naturaleza y, con ello, me arrastró a mí. — Una punzada palpitó en su pecho. Rememorar el exilio a Helheim le trajo un mal sabor de boca.

— Pareces ser un chico listo. Háblame de ti; después te contaré de mí, tal vez. —
M1577915 · M
La mirada que le dedicó a la azabache fue de paciencia infinita mientras sostenía un vaso de cerveza. Su presentación, aunada a su discurso de legítima heredera al trono de... al trono que fuera, le hizo cambiar su expresión a una de incredulidad.



– Curioso, 'Hela', Diosa de la Muerte. Siendo un hombre tan culto jamás había escuchado de ti, ¿por qué será? –entrecerró sus ojos para fingirse pensativo por unos instantes–. ¿Quiere una cerveza, <Su Majestad>? –inquirió con cierta burla, aunque en el fondo sabía que ella hablaba con la verdad, pero aún así, no se arrodillaría y bien claro lo dejó antes–. Podría invitarte una mientras me cuentas tu plan para deshacerte de los humanos, porque suena tentador. No mentiré.
HOs1565111 · F
Con la muerte de Odín tan fresca y el desconocido paradero de los “príncipes” de Asgard, Hela había decidido retomar las riendas de la inevitable conquista que orquestó años atrás. Ya no existía nada que contuviera su ansia de poder; uno a uno, los reinos del Yggdrasil caerían a sus pies y, ¿por qué no? Iniciar con el más débil y primitivo.

— Mi nombre es Hela. Diosa de la muerte, legítima heredera al trono de Asgard y comandante suprema del ejército asgardiano. Próxima gobernante de Midgard. Arrodíllate ante tu nueva reina. —

M1577915 · M
— Ya he vivido el infierno en carne propia durante toda mi vida –sonaba tan indiferente a lo que decía que, casi parecía jactarse. De pronto volteó el rostro hacia el de esa mujer, cuyo porte ciertamente resaltaba del resto de las mujeres "midgardianas". Perfecto. Ahora tenía su atención, imposible apartar la mirada de ella con esa... vestimenta tan peculiar–. Yo no me arrodillo ante nadie.

No descartaba que la mujer decía la verdad, ya nada le extrañaría. Pero otro hecho era que no la conocía.

– ¿Quién eres?

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