Casi como la reproducción de una película, Kaoru revivió en su cabeza cada día al lado de Murumo. Murumo era muy berrinchudo y a veces deshonesto, pero también pasaba muchos momentos divertidos al lado de su Muglox y se sentía perfecto para Kaoru, ambos iban madurando poco a poco. Kaoru sin dudarlo tomo un sax de entre el listado de instrumentos. ── ¡Tranquilo Murumo, ya voy por ti! – El cuerpo de Kaoru fue absorbido por la taza en cuanto soplo al saxofón, la oscuridad era lo único alrededor y se sentía como si la nada lo absorbiera, pero de cualquier forma Kaoru estaba dándolo todo para encontrarse con su querido amigo. ── Murumo. Te encontrare pase lo que pase. -
