Moona miró a Marise con tristeza. Tal vez después le pediría permiso a su amo para poder pasar un día entero con ella, ¡también tenía mucho que aprender de su amiga! —Moo —asintió un poco pese a no entender ni una palabra de lo dicho. Deseaba que su amo y Marise se llevaran bien, tal vez así podrían ser amigos todos. ¡Sería maravilloso!

-Marise suspiró al ver que su plan no podria ser- Esta bien, ya que sabes bien que no tienes que ir por ahí te llevare a casa...y me asegurare de golpear a ese tonto por dejarte andar sola por ahi

—¿M-Moo? —la miró extrañada pero tomó su mano con absoluta confianza, sin embargo, en cuanto Marise empezó a conducirla a su casa Moona tiró suavemente de ella— Mo. Mo —no era ese el camino por el que llegó. No era el camino que podría regresarla a casa. Prácticamente había olvidado el problema principal, pero a la bovina le daba miedo que su amo se molestara si no la veía cerca. Tenía que volver a casa.

Sii siii Moona vas a venir conmigo -Rie levantandose y extendiendole la mano- Te dare ricas frutas ¿Te parece? -Sonrie tomando su mano para llevarle a su casa-

—¿Moo? —cuando terminó de cantar y observó el rostro de la fémina se sintió un poco más tranquila. Parecía que había usado un tono menos triste... Tal vez la canción había funcionado. Moona se sintió muy feliz por ello, ¡había logrado ayudar a su única amiga!—. Moo, moo —restregó cuidadosamente su mejilla contra la de Marise y después le sonrió ampliamente.

Jmjm estas cantando? -Ella habia entendido la intención y solo cerro sus ojos un momento- bueno...debo ayudarte a ir a casa...a menos de que te rapte y te haga vivir conmigo -Bromea solo pensando como el chico podria buscarla desperadanente- no suena mal molestarle con ello

Moona ladeó la cabeza sin poder entender bien lo que Marise decía. Pero no necesitaba comprender palabras para poder sentir el pesar que la pelirosa reflejaba; Moona era la definición de empatía, después de todo. ¿Qué podía hacer?, ¿qué hacía su amo con ella cuando estaba triste?

—Moo —mugió suavemente y recargó el mentón en el hombro ajeno para poder mugirle en tonos suaves cerca del oído. No lo parecía, pero Moona estaba intentando tararearle una canción de cuna con el afán de tranquilizarla.

Oh Moona...estas aqui ¿Te perdiste? -Sonrie ligeramente acariciando su cabeza- Supongo que está en tu naturaleza ser curiosa, eso es lindo- Suspira viendo a la gente pasar- Te llevare de regreso ¿Que dices? Mi cita me dejó plantada

—¿Moo? —Moona se había desviado de su hogar tras estar pastando en los alrededores; sin embargo, y para su suerte, fue a dar con una cara conocida en medio de toda la confusión que un lugar nuevo le traía. Estuvo a punto de dar saltitos hasta la pelirosa cuando observó su rostro entristecido y recordó, casi de inmediato, las tarjetas que su amo le había dado para estudiar. ¿Esa cara era de tristeza?— Moo —se sentó a un lado de ella y la observó con preocupación, ¿qué era lo que tenía su nueva amiga?

- Pat pat.-