[code] Ambos sirvientes observaron atónitos al demonio Zorro, realmente parecía que se estaba divirtiendo con dicha discusión aunque las expresiones de Tomoe fuesen de irritabilidad y enfado. Tomoe estaba a nada de echarla a patadas del santuario sin embargo logro ver algo en la frente de lo que al parecer no era una humana cualquiera brillando.
⸻ Así que eres resguardada por Afrodita, Diosa de la belleza. No le haces demasiada justicia.
Por supuesto que Venus era increíblemente hermosa pero aquel demonio zorro no lo admitiría tan fácilmente además lo que realmente resaltaba en la mujer era aquella fuerza y carácter, no era solo belleza. [/code]
[code]Vaya, después de todo no era más que otra humana inútil, que pérdida de tiempo y decepcionante día, Tomoe se disponía a beber tranquilamente licor siendo asistido por aquellas dos criaturas enmascaradas sirvientes de Mikage que por ahora servían al guardián de dicho Dios sin embargo unos potentes golpes dados con tal brutalidad lograron sobresaltar he irritar al demonio zorro quien harto de tanto golpeteo y reclamos tomo una forma humana para poder confrontar a la rubia, después de todo probablemente en su cuerpo original la ignorante niñata ni siquiera lograría verlo, abrió de un portazo la puerta para posteriormente gritarle.
⸻ ¡Este es un lugar sagrado, burra, deja de hacer tanto escándalo y muestra un poco más de respeto!
Al escuchar las últimas palabras rio de forma burlesca.
⸻ ¡Probablemente me disculparía si hubiera una “dama” a la cual disculparse, humana ridícula! [/code]
La joven rubia aún se encontraba orando a los dios, con los ojos cerrados cuando de repente escucho un fuerte ruido que la hizo sobresaltar y abrir los ojos de golpe.
« Pero, ¿Qué fue eso? »
Se pregunto en su mente y se volteo a ver, pero justo en ese instante que lo hizo, sintió como algo chocaba contra su frente. Solo por unos segundos logro ver a un hombre de cabellos blancos cerrar con fuerza la puerta. Minako aún no salía de su asombro. Llevó a sus manos lo que la había golpeado y se dio cuenta que era un pergamino.
« Esto es...»
Se puso a leer y eran los que ella estaba orando hace unos segundos. No entendía nada, lo único que sabia que aquel hombre no iba a salir vivo de esta. Agarro con fuerza ese pergamino y se dirigió hacia la puerta para darle varios golpes
[code]Cumplir con su deber de guardián era lo único que actualmente interesaba a Tomoe, a veces echaba una mirada hacia atrás extrañando aquel emocionante pasado que le precedía, quizás se sentía desperdiciado pudriéndose en aquel templo sin la compañía de su amo y señor. Como fuese nada le había interesado en todo aquel tiempo hasta entonces, observo a la rubia acercarse hasta el santuario. Tomoe solía llevar el registro de todas aquellas plegarias que llegaban al templo para poder entregárselas a Mikage en cuanto regresara, fue así que se dispuso a anotar en un pergamino los rezos de aquella joven, vaya, hasta la voz interna de la rubia estaba llena de energía, sin embargo el semblante de Tomoe paso a uno sombrío en cuanto termino de escuchar dicha plegaria de tan sínica jovencita. La puerta del santuario se abrió de golpe y el pergamino en donde había escrito el deseo de Venus hecho bola reboto en la frente de la rubia para posteriormente cerrarle la puerta en . . .[/code]
Lo último lo dijo alzando sus brazos hacia arriba con entusiasmo. Justo en ese momento pasaba por un templo, que antes no había visto. Se quedo viendo por un minutos, se veía un lugar bastante tranquilo. Quizás podría pasar para rezar que le vaya bien con los chicos y poder convertirse en una idol.
— Quizás Kamisama pueda ayudarme. —
Había juntado sus manos y cerro los ojos con la intención de pedirle a los Dioses que pudiera conseguir un novio. Quizás dos. Del grupo Three Lights.
Esa tarde Minako se encontraba caminando a su casa, pero su semblante era un de cansancio, sus pies caminaban por inercia. Y el motivo era que estuvo toda la mañana persiguiendo al grupo Three Lights. Cómo se hacían los difíciles esos chicos, aunque entendía lo de Seiya, después de todo él siempre se ha mostrado interesado en Usagi, pero con los otros dos no se rendiría.
Más que nada, hacía todo eso porque eso podía ayudarla a cumplir su sueño de ser una idol, más que conseguir un novio; aunque si era las dos cosas ella no se quejaría. Pero esos chicos no ayudaban, especialmente Yaten, él era quien más se hacía el difícil. Soltó un suspiro, trato de no pensar en eso y animarse. Miro a su alrededor y se dio cuenta que el ambiente estaba agradable. Una sonrisa se dibujo en sus labios.
En cuanto aniquilo a la criatura aquella misteriosa joven se desvaneció sin embargo Tomoe mantuvo el recuerdo de aquel rostro, la energía de aquella joven había purificado el aire de aquel templo descuidado, toda aquella energía espiritual que inundaba de una espesa neblina demoniaca al templo había desaparecido. ¿Quién era? En agradecimiento por tan generoso regalo Tomoe reparo una vez más el templo, aunque sería la última vez que lo haría.
Por la tarde sintió una presencia en el templo, seguramente sería otro estúpido humano haciendo un viaje en balde al asistir a un santuario sin deidad en busca de ayuda con sus ridículos problemas sentimentales, bebía licor desinteresado sin embargo aquellos cabellos dorados que resaltaban con la luz del crepúsculo lo hicieron reconocerla. ¿Era una Diosa? No, pero tampoco era una simple he insignificante humana. ¿Entonces que era? [/code]
