—Agradeció que lo ayudara, porque no tiene muchas fuerzas. A penas tomó el café y ella accedió a regalárselo, no dudó en tomárselo todo, sintiendo que el alma volvía a su cuerpo[?].— ¡Graciaaas! Te debo una... Sentía que iba a morir, aunque creo que exagero.
No pensé que serían gemelos... ahora comparten ropa.

— No sabía si reír o ayudarle en cuanto lo vio todo demacrado pero, optó por aguantarse la risa y hacer espacio a un lado de ella para que pudiera sentarse. Le ayudó jalandolo levemente de los brazos, luego, le dio su café que aún ni empezaba a beber. — Todo suyo. — Continuó observandolo y no aguantó para terminar soltando una pequeña risa. — A parte gemelos, muchas felicidades.

Regálame... Café... —Se viene arrastrando sin nada de fuerzas. Babeado, despeinado, con ojeras y sin bañarse. Jamás pensó que sus gemelos serían todo lo contrario a su primera cachorra[?].—