Miró el resultado y con los dos pulgares indicó que “había quedado como un galán de los 80`s. — Ni las ardillas se te podrán resistir. — Elogió al curvar las comisuras en una sonrisa. Si tuviera una cámara cerca, la habría usado para tomar tantas fotos le fuera posible. — Oye, pero nada de llegar después de las 10, estás muy chiquito. — Bromeó con aquella oración.

- Aunque no estaba mirando qué hacia, el tacto le indicaba que simplemente estaba dejándose llevar, sin peinarlo en realidad, pero daba lo mismo, él tampoco lo hacía. - Espero haber quedado como los cantantes de rock de los 80's.

— Jajaja, te ayudaré un poco. — Dice al "intentar" peinarle, aunque solo estaba moviendo los cabellos de un lado a otro hasta dejarlo exactamente igual. — Que guapo — Le elogio al esbozar una sonrisa y verle.

En realidad no, ni si quiera sé cómo controlo este nido de pájaro. - De alguna forma le gustaba, se sentía como un mimo familiar, estaba sonriendo a ojos cerrados, dejándose despeinar por ella. -

— ¿Lo haces? — Bromeó. En realidad jamás se había fijado en sí estaba arreglado ese castaño cabello, pero desde el primer día, se había tentado a despeinarlo.

- Por un instante creyó que iba a jalarle los cachetes, cerró los ojos y esperó el jalón, pero en cambio, se percató de que estaba jugando con sus cabellos, lo cual le permitió relajarse. - Hoy no me peiné.

— Oww... Eso es tan dulce. — Le toma por las mejillas para evitar que huya y al cerciorarse de que no lo hará, sube sus manos al cabello castaño para despeinarlo.

> Tus ojos parecen topacio azul.