Estoy enamorado de mi discípulo pero mi orgullo como maestro me impide caer en los sexys y fuertes brazos de aquel hombre tan guapo y ardiente al que eduque
-agitaba el abanico cerca de su rostro del mismo modo que su shifu. Andaba explicándole a su hijo adoptivo como era su madre -
-sus pies se afirmaron en la tierra evitando que su maestro lo moviera más. Hará cualquier cosa menos volver a meditar como si fuera uno de los tantos patéticos cultivadores a los que tanto detestaba teniendo solo una excepción y esa era su shifu -
No pasaré meses encerrado perdiendo el tiempo cuando mis súbditos me necesitan
